La familia del deportista y empresario Cristhian Cobos Núñez, de 40 años, que fue asesinado después de haber sido secuestrado el pasado 4 de junio de 2024, mientras llegaba a abrir su negocio, perdió la esperanza de encontrarlo con vida cuando la mañana del viernes 8 de junio recibieron la llamada de que el cuerpo de Cobos estaba en la morgue de Guayaquil, desde hace dos días, y no en la de Milagro como se informó inicialmente por una confusión.

Su hermano dijo que el cuerpo había sido encontrado en la vía Guayaquil-Chongón el miércoles, un día después de que lo secuestraron. Según el informe forense, tenía impactos de bala en la cabeza y su cuerpo mostraba signos de haber sido golpeado; habría sido asesinado el mismo día que lo secuestraron. El cadáver de Cobos llegó a Playas el viernes a las 18:00, donde sus amigos del Club Deportivo Emelec de Playas, del cual el ahora occiso era hincha, lo fueron a recibir al redondel de la entrada a la ciudad, entre el dolor y la indignación de haber perdido a un amigo en manos del crimen.

“Cristhian, te llevaremos por siempre en el corazón y dejaremos la justicia en manos de DIOS, porque en Playas nos sentimos abandonados por las autoridades, que no dicen nada; nadie ha dicho por qué mataron a un hombre bueno, ni las razones de su secuestro. Para las autoridades parece que no ha pasado nada”, dijeron los amigos del Club.

“Hemos visto a una madre buscando a su hijo, destrozada por el dolor, gritando por justicia y nadie parece haberla escuchado”, dijo una madre que no dio su nombre por seguridad, que tiene tres hijos y reza por ellos cada vez que salen al trabajo, para que no les pase nada por tanta inseguridad que hay.

Cobos era el presidente del Club Playa Fútbol, que se dedica a la disciplina de jugar en la arena. El dirigente, junto a otros amigos, sostenían al club financieramente, tanto así que costearon los pasajes a los futbolistas al campeonato que se realizó en Argentina el año pasado. Playas ha sido tres veces campeón nacional en esta disciplina deportiva.

La inseguridad en Playas ha hecho que muchos negocios cierren y sus dueños han tenido que salir de la ciudad. “Mi pequeño comisariato que tenía fue baleado tres veces y le pusieron también explosivos, porque no me sometía a los extorsionadores; por eso lo cerré y me voy de Playas”, dijo un comerciante que omitió su nombre. Como él, muchos negocios han cerrado después de haber recibido amenazas y ser baleados.

“Queremos la presencia del gobernador y del Ministerio del Interior aquí en Playas, para que nos socorran. No obliguen a que el pueblo se arme y haga justicia por sus propias manos”, dijeron los ciudadanos de Playas.

Al deportista se tenía previsto sepultarlo este domingo a las 14:00.

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