Este 3 de noviembre, la ciudad de Cuenca celebra 204 años de Independencia. Un proceso que, según la historia, comenzó 25 años antes de que se concretara: en 1795. Uno de los personajes que mantenía esta idea -de independizarse del yugo español, fue el teniente militar Tomás Ordóñez quien, junto a José Sevilla y Juan María Ormaza, dirigió la Independencia de Cuenca.

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Ellos son figuras históricas claves en el proceso. Su papel fue fundamental en el levantamiento del 3 de noviembre de 1820, un acto decisivo en la lucha por la emancipación de la ciudad frente al dominio español. 

Fue un líder cuencano que encabezó el movimiento independentista en Cuenca. Ordóñez es recordado por su valentía y habilidad para movilizar a los habitantes de la ciudad en pro de la causa libertaria.

Aunque su figura es menos conocida que la de otros revolucionarios de la época, Sevilla fue clave en la organización y dirección de las actividades rebeldes. Su participación destacó en la movilización de los ciudadanos y en el enfrentamiento con las autoridades coloniales, ayudando a impulsar el espíritu de resistencia y libertad.

El clérigo Juan María Ormaza, sacerdote y líder espiritual, apoyó y motivó a la comunidad cuencana en la lucha por la independencia. A pesar de su posición dentro de la Iglesia, Ormaza no dudó en unirse a la causa independentista, contribuyendo a que el movimiento ganara el respaldo de sectores religiosos y populares.

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