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Por naturaleza el ser humano busca ser considerado 'parte de' o 'miembro de', por ello suele exteriorizar sus dotes o logros. Lo malo es cuando se extralimita o transmite una falsa imagen de sí'Canva

Habla de tus logros, sin pecar de presumido

El 'humblebragging' o la falsa modestia está cada vez más presente en nuestras vidas. Las redes sociales han ayudado a ello. Te contamos detalles  

En diálogo: - Oye, Juan ¿tu hermano no tiene nombre? - Sí, por qué no habría de tenerlo? - Porque cada vez que lo nombras solo dices "Mi hermano el doctor".

Aquel diálogo un tanto embarazoso no es ficticio. Ocurrió hace poco entre dos amigos en un barrio del noroeste de Guayaquil. Incluso, de no ser por los vecinos, pudo haber terminado en golpes, pues Juan se sintió ofendido y ridiculizado con la observación y reclamó airadamente a su interlocutor.

El anteponer los títulos académicos al nombre y presumirlos es una costumbre enraizada en todos los estratos de la sociedad ecuatoriana, incluso llega a los círculos académicos superiores, donde a diario se escucha a los mismos docentes tratarse entre ellos solamente como "magister", "doctora" o "ingeniera".

Actualmente las redes sociales están llenas de material de personas que a diario publican no solo sus fotos e historias de sus títulos y otros logros personales -incluso  los pasos a lo largo de un posgrado, como el haberse inscrito, el pasar cada módulo y lograr el cartón- sino también hechos e imágenes falsos o sobredimensionados.

El presumir no es cosa nueva ni mucho menos una moda producto de los avances de la tecnología. La costumbre es tan vieja como la humanidad, dice a EXTRA la antropóloga guayaquileña, Gloria López. "El ser humano como tal responde, en un núcleo de sociedad o en un sistema dado, a la necesidad de ser considerado 'parte de' o 'miembro de'", precisa la especialista.

Sin embargo, manifestaciones como las descritas en estas primeras líneas, según López, son normales y hasta cierto punto comprensibles, pues la autoestima es vital en los seres humanos. Pero por contrapartida, pueden rayar en lo chocantes e insoportables cuando las personas abusan de ellas o caen en falsas modestias.

Hace pocos días una reconocida presentadora y animadora de televisión ecuatoriana aseguró a la prensa que "Yo jamás busqué ser famosa", una declaración recurrente en el mundo del espectáculo y que a algunos les pareció sincera pero a otros no, sobre todo a juzgar por sus constantes publicaciones en redes sociales.

PRESUMIR MIENTRAS APARENTAS SENCILLEZ

Especialmente en países de habla inglesa se escucha hoy frecuentemente el término 'humblebragging', para describir a las personas que intentan parecer humildes mientras presumen, y que, por tanto resultan muy desagradables ante los demás.

El 'humblebragging' se podría traducir al español como 'humilpresumir', aseguraba en 2018, Universia, el portal de las Universidades Españolas, y explicaba que el neologismo quería decir: presumir algo mientras que al mismo intentas parecer sencillo y modesto.

Este comportamiento es clasificado en dos tipos: el primero relacionado la falsa humildad, como cuando dices: "Estoy  orgullosa de mí, gané el concurso  aunque las otras participantes también son hermosas e inteligentes".

El otro tipo de 'humilpresumir' tiene que ver con quejarse y un buen ejemplo de ello puede ser: "La gente no deja de molestarme desde que sabe que no cobro por mis servicios".

Hay que aclarar que el humblebragging lo experimentas a diario, tanto en la vida real como en las redes sociales y puedes ser tú quién lo lleves a cabo, pero también lo recibirás por parte de terceras personas.

En la última década, las plataformas sociales han pasado a convertirse en el escenario perfecto para la vanidad y la falsa modestia. Estas plataformas han multiplicado su exposición, aseguran los entendidos.

NECESITAN LLENAR VACÍOS DE IDENTIDAD

Respecto de este comportamiento, estudios psicológicos sostienen que las personas que alardean mucho sacrifican su verdadera identidad o parte de ella. Presumen de sus cualidades, logros y éxitos para conseguir la admiración y el respeto de quienes le rodean. Y si es necesario, también recurren a las exageraciones y mentiras.

La autoestima es importante y ayuda a los seres humanos, pero cuidado con caer en complejos de superioridad.referencial

"No obstante, detrás de esa aparente seguridad en realidad se esconde una sensación de incompletitud", como reveló un reciente estudio realizado en la Universidad de Texas. En la práctica, las personas que presumen mucho de sus logros y competencias necesitan llenar un vacío en su identidad. Sus alardes son una estrategia compensatoria para autocompletar simbólicamente su identidad, llenando la parte que les falta.

"Cuando usted presume, definitivamente carece de algo, tiene un objetivo que es caer bien, buscar sobresalir. Está bien que busque sobresalir, pero no mintiendo o aplastando a otros", dice Ricardo Loor Solórzano, director de Capacitación y Desarrollo Humano Integral de Parametría.

Urge una mejor educación de la sociedad

Este investigador manabita, quien dirigió por varias ocasiones el Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (Consep), considera que muchos de esos comportamientos deben ser abordados o neutralizados con una mejor educación de la sociedad.

Las redes sociales han permitido una mayor exposición de nuestra personalidad y nuestras vidas privadas.referencial

Loor recuerda que la educación se basa en pilares como la enseñanza y el aprendizaje, "donde  el que enseña hace su papel pero si el alumno no aprende lo que le enseñan en casa y en la escuela, no sirve de nada, porque no hay cambio de actitud, y la educación es cambio, transformación".

Sin embargo, Loor, quien tiene un masterado en Ciencias, cree que en nuestro país, mucha gente "no tiene idea de lo que es la educación", lo cual se refleja, según él, en actitudes como hablar con acentos extranjeros después de haber estado poco tiempo en otro país; o como utilizar las redes para publicar fotos súper retocadas o truqueadas; y para hacer daño a los demás "y que se ve también en la mayoría de nuestros políticos".

PARA NO PERDER LA PERSPECTIVA 

  • A menudo buscamos conseguir aceptación o aprobación, pero lo que realmente se obtiene es todo lo contrario. 
  • Es mucho más rentable mostrarse de manera transparente. En lugar de decir “Estoy harta que me comparen con una modelo”, podrías decir: "No soy una modelo".
  • Nuestros perfiles altamente expuestos son los culpables de que esta falsa humildad esté generando toda una vertiente de comunicación social entre nosotros. Debemos aprender de ello para poder reaccionar. 
  • La autoestima es importante en la vida de todo ser humano, pues ayuda hasta en los momentos más difíciles de la vida. Es aconsejable empezar por quererse a sí mismo para proyectar una imagen positiva... pero sin caer en complejos de superioridad.