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La historia de un niño de 12 años entrenado por sus hermanos para ser sicario en Guayaquil
Le enseñaban a disparar en un sector desolado y, con pistolas de juguete, a manipular las armas. Se habían apoderado de una casa en Ciudad Victoria
Hace tres años, la propietaria de un inmueble en el plan habitacional Ciudad Victoria 2, ubicado en el noroeste de Guayaquil, fue desalojada por miembros de una organización criminal. En ese lugar residían tres personas, incluido un niño de 12 años, presuntamente entrenado por sus hermanos mayores para convertirse en sicario.
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El teniente coronel Roberto Santamaría explicó que durante un operativo realizado la mañana del miércoles 10 de julio en esta zona, perteneciente al distrito Nueva Prosperina, la policía recuperó una casa para devolvérsela a su dueña. En el interior encontraron al menor de edad, quien tiene tatuajes alusivos a la organización criminal Los Fatales, alineada a Los Choneros.
“Sus dos hermanos, presuntamente, se dedicaban a extorsionar a los residentes del sector. El menor de edad también tiene un tatuaje con las iniciales de un líder criminal asesinado. Nos comentó que sus hermanos le enseñan a disparar y que para él, los policías son los malos”, declaró el jefe del distrito Nueva Prosperina.
Las evidencias halladas en el inmueble
Según Santamaría, el menor de edad era llevado a un lugar desolado de la ciudad para aprender a disparar, y en la casa donde vivía ilegalmente practicaban con pistolas de juguete manipulando armas de fuego para cometer delitos.
“Cuando llegamos, los hermanos del niño ya se habían marchado, dejándolo solo. Se llevaron las armas reales y dejaron las de juguete, con las cuales practicaban cómo llevar a cabo asesinatos”.
El oficial también mencionó que el niño contó que sus hermanos no trabajan, pero salían en moto por las mañanas y regresaban con objetos.
En el lugar, la policía encontró además cuchillos, radios de comunicación y chalecos antibalas.
“Todas estas son herramientas que estas bandas utilizan para infundir miedo en la población. Utilizar a un niño es indignante. Estas estructuras criminales sobrepasan los límites”, afirmó Santamaría.
Se informó que los padres del menor residen en la cooperativa Sergio Toral.
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