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Gisela Silva González es una psicóloga ecuatoriana en la Franja de Gaza. Ella está a cargo del Servicio de Salud Mental de Médicos Sin Fronteras.Ilustración Canva

La historia de Gisela Silva González, psicóloga ecuatoriana en la Franja de Gaza

La profesional oriunda de Quito, que asegura tener su corazón en Mindo, lidera el Servicio de Salud Mental de Médicos Sin Fronteras, en el sur de Gaza

Las operaciones terrestres de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) están programadas para intensificarse en el sur de la Franja de Gaza. A pesar de la falta de respaldo internacional, se anunció a finales de abril de 2024 que la incursión ocurriría “muy pronto”. Además, se ha informado sobre la movilización de dos brigadas de reservistas, entre 3.000 y 7.000 efectivos, con el objetivo de reforzar estas acciones potenciales.

Según reportes de medios de comunicación locales, las FDI han presentado un plan que contempla la evacuación de las zonas donde organizaciones humanitarias internacionales han instalado tiendas de campaña en las próximas cuatro o cinco semanas, antes de iniciar los combates contra Hamas.

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En este escenario de creciente tensión y posible escalada de conflictos, una ecuatoriana desempeña un papel fundamental en la mitigación del impacto psicológico de esta situación. Se trata de la psicóloga quiteña Gisela Silva González, quien es responsable del Servicio de Salud Mental en la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) en el sur de la Franja de Gaza.

Gisela Silva González lidera un equipo de catorce especialistas, conformado por un psiquiatra, psicólogos y consejeros de salud mental. Juntos, desarrollan iniciativas dirigidas a brindar apoyo a las personas afectadas por el conflicto. Estas intervenciones abarcan desde sesiones de psicoeducación sobre diversos temas de salud mental en las salas de espera de las clínicas, hasta sesiones grupales de parentalidad positiva, resolución de conflictos y manejo del estrés.

Además, organizan actividades lúdicas con madres e hijos que participan en el programa de desnutrición, así como sesiones recreativas para niños y niñas. También se llevan a cabo grupos de discusión para mujeres. Finalmente, se ofrecen sesiones terapéuticas individuales y, si es necesario, se hace referencia al psiquiatra del equipo.

"Lo lindo de este trabajo es que todos partimos del principio que somos capaces y competentes (...). Esa confianza, ese reconocimiento y ese apoyo son los que me sostienen”,
Gisela Silva González, psicóloga en Gaza.
En la imagen podemos ver a Gisela Silva en una formación al equipo médico de la clínica de Al Mawasi, en el sur de Gaza.Cortesía Gisela Silva González

La puntualidad es clave para el trabajo en la Franja de Gaza

Gisela detalla que en su trabajo todos deben ser puntuales, porque los movimientos que realizan deben ser coordinados internacionalmente para garantizar la seguridad.

“No es como retrasarse en un horario de trabajo normal, es coordinar la seguridad de todos. Entonces, todas las actividades son así (...), hasta la hora de comer. Aquí vivimos con más personas, así que debemos ser flexibles en los horarios para que haya un buen ambiente. Debe existir mucha flexibilidad para abandonar algunas actividades, reajustar otras, pero lo más importante siempre es nuestra seguridad y hay que facilitar este trabajo para el equipo de logística”, sostiene.

Desde que empezó a ejercer como psicóloga, la capitalina siempre ha trabajado en zonas de alto riesgo, tanto dentro como fuera de Ecuador. Sin embargo, aclara que ahora, en MSF, sus habilidades profesionales y humanitarias han sido potenciadas: “puedo aprender, pero al mismo tiempo puedo implementar cosas que, en contextos comunes, no podría. Eso para mí es lo más enriquecedor”.

El equipo de MSF con un padre y su hijo (tiene una pierna lastimada), en el establecimiento de MSF, en Al Mawasi.Mariam Abu Dagga (MSF)

El sentimiento en medio de una zona de conflicto como Gaza

Para la ecuatoriana, la mayor dificultad del entorno en el que trabaja es la incertidumbre: “la angustia de no saber qué pasará ni cuándo sucederá. No es como un contexto habitual donde las personas han pasado por un evento difícil y ahora tienen que empezar de cero, aquí no pueden porque no saben qué puede pasar. Es vivir en esa angustia constante de la inestabilidad y lo incierto, de no poder reconstruir redes, ni tener tiempo de hacer sus duelos, porque hay que vivir con lo que cada día trae”.

En su día a día, Gisela debe atender a personas que incluso han sido desplazadas de sus hogares, que no cuentan con espacios seguros a donde llegar al final del día, porque todo lo que conocían ya no existe. Sostiene que en estos casos ni siquiera se puede hablar de estrés postraumático, porque la violencia continúa.

“De la depresión ni hablar, porque no hay tiempo para procesar lo que han vivido. Todo sigue muy fresco y siguen viviendo en esta realidad de guerra. Entonces lo que más vemos es la ansiedad y la angustia”.

El trabajo de los especialistas de Médicos Sin Fronteras, en la Franja de Gaza, es de gran ayuda para la población.Mariam Abu Dagga (MSF)

Así actúan en la Franja de Gaza ante situaciones inesperadas

El volátil contexto de guerra en la Franja de Gaza puede cambiar la situación de manera abrupta, pasando de una aparente tranquilidad a momentos de pánico en cuestión de segundos. Ante esa realidad, Gisela y su equipo deben estar preparados para tomar medidas rápidas que garanticen su seguridad.

En casos de emergencia, explica que siguen un protocolo llamado ‘hibernación’, que implica trasladarse a un lugar seguro y alejado del peligro, donde cuentan con alimentos para resistir hasta que la calma regrese.

El área de la Franja de Gaza es similar a la de los cantones Penipe (Chimborazo), Durán (Guayas) o Paquisha (Zamora Chinchipe).

En esta zona se registran un conflicto entre Israel y Hamás.efe

¿Cómo afronta Gisela Silva Gonzáles esta situación?

Para afrontar las dolorosas historias y calamidades que debe presenciar a diario, Gisela confiesa que a veces intenta poner una barrera emocional a lo que ve. Está segura de que el día que regrese a Ecuador, podrá procesar todo lo que ha vivido en esta conflictiva zona del Medio Oriente.

“Médicos Sin Fronteras tiene una unidad de soporte psicosocial que podemos usar en cualquier momento, pero actualmente con el compartir del equipo y hablar con mi familia ha sido suficiente”.

Para la compatriota, contar con un equipo que le demuestre apoyo, sabiendo que son parte del mismo contexto, trabajo y vivienda, es fundamental. “Es esencial poder reírnos, escucharnos, mantener la humanidad entre nosotros. Por ahora, creo que tanto el equipo de expatriados como nacionales ha sido increíble, muy empático y humano. Si existe algún problema en las actividades, lo hablamos y buscamos la solución”.

Gisela Silva González está a cargo del Servicio de Salud Mental de Médicos Sin Fronteras, en la franja de Gaza.Cortesía Gisela Silva González

¿Cómo se comunica con su familia desde la Franja de Gaza?

Para contactar a su familia, la diferencia de ocho horas juega a favor de Gisela, porque -según detalla- cuando ella termina su jornada, en Ecuador es aún temprano y puede aprovechar que el internet, al terminar con sus labores, tiene una mejor conexión.

“También intento mantenerles al tanto de las cosas generales que pasan, para que no se preocupen, porque este conflicto al ser muy mediatizado también puede ocasionarles mucha angustia. Intento siempre mandar noticias cuando puedo y sobre todo tener noticias de mi hijo (de menos de 2 años) y cómo sigue creciendo a la distancia, eso me llena de mucha ilusión”.

Las capacitaciones son importantes en medio de esta situación de calamidad.Cortesía Gisela Silva González

Gisela Silva González, ¿una mujer valiente?

Gisela se considera una mujer diferente, con cualidades que le han permitido llegar hasta al lugar en el que está. “No es un contexto para todas, de eso estoy supersegura. Para mí, las mujeres de Gaza son unas heroínas y supervalientes, que a pesar de todo siguen apostando por maternar, por cuidar, por buscar formas para sostener sus familias”, afirma.

Pero también enfatiza que conoce a otras mujeres valientes, como su madre, quien crio a cuatro hijos prácticamente sola, y a sus amigas que, a pesar de las necesidades, han renunciado a trabajos con ambientes disfuncionales.

“Cada mujer es valiente a su manera y según su realidad. Lo que sí me considero es una mujer infinitamente bendecida por tener una familia y una red de apoyo que me han sostenido en esta decisión, para que pueda encontrar un equilibrio entre ser mamá y humanitaria al mismo tiempo”.

La Franja de Gaza tiene también 40 km de costa en el mar Mediterráneo.Cortesía Gisela Silva González

El perfil de la psicóloga ecuatoriana en la Franja de Gaza

  • Gisela Silva González tiene 33 años y es oriunda de Quito, aunque sostiene que su corazón es de Mindo.
  • Se graduó como psicóloga clínica en la Universidad Internacional SEK, en 2014, y después trabajó por dos años en temas de restitución de derechos humanos, proyectos antitrata y mendicidad.
  • Entre 2016 y 2020, estudió Salud Pública en la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, donde además pudo trabajar y aprender francés.
  • En 2020 empezó a laborar en Médicos Sin Fronteras como responsable de Salud Mental en un proyecto contra la violencia sexual en la República Centroafricana.
  • En 2021 viajó a la República Democrática del Congo por tres proyectos de salud mental sobre desplazamiento interno y conflicto armado.
  • El 2022 estuvo en Sudán del Sur por un proyecto de malnutrición y VIH/TB.
  • Ese mismo año tuvo a su hijo, por lo que hizo una pausa en Médicos Sin Fronteras y en este 2024 se convirtió en la primera responsable de Salud Mental de Gaza, en remoto. Finalmente, a finales de marzo, viajó para trabajar en esta emergencia, en el sur de la Franja de Gaza.
La psicóloga Gisela Silva González mantiene la comunicación con su familia. Es algo que le ha ayudado en esta dura labor.Cortesía Gisela Silva González

Recomendación a quienes buscan ser voluntarios

Silva recomienda a otros profesionales que no se ofrezcan como voluntarios para ir a sitios conflictivos, pues lo correcto es tener el respaldo de una organización respetada a nivel internacional, que pueda responder ante alguna calamidad.

Quienes trabajan para Médicos Sin Fronteras, ¿son voluntarios?

Médicos Sin Fronteras no se refiere a sus trabajadores internacionales como voluntarios, porque labora con profesionales cualificados, a quienes retribuye por sus labores, no aceptando otras modalidades de colaboración. “Todos los profesionales de MSF disponen de contrato laboral por el período en el que estén en el proyecto. Esto responde a que nuestros profesionales son un activo fundamental de la organización, ya que de ellos depende la calidad de nuestros proyectos y la atención que reciben nuestros pacientes”.

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