“No sé por qué vinieron a meterse con mi hijo y mi suegra. Ellos no tienen nada que ver”, comentó entre lágrimas la madre del niño de un año y tres meses que fue asesinado en una vivienda del sector Oramas González, en Durán.

(Te invitamos a leer: Caso Aidita Ati: Fiscalía de Orellana revisará el dictamen en 30 días)

La madrugada del viernes 27 de septiembre fue trágica para ella y su pareja, el padre del bebé. Aproximadamente a las 02:50, mientras descansaban, escucharon una ráfaga de tiros en la residencia de alguno de sus vecinos. Inmediatamente se imaginaron que alguien había sido asesinado a tiros.

Poco después llegó la noticia que interrumpió su descanso. Le informaron que debía ir a ayudar a su familia, pues habían entrado a la fuerza en la residencia de su suegra (ubicada al otro lado de la misma cuadra) y que a su pequeño, a su suegra Leonor (58 años) y a su cuñado Jean Pierre (22) les habían disparado.

“Llegaron a decirnos que fuéramos a ayudarlos y, cuando llegamos, encontramos a mi bebé en la cama con mi suegra y mi cuñado. ¡Le habían dado en la cabecita!”, dijo mientras seguía lamentándose por la muerte de su “inocente” bebé. “Él no sabe de nada, por eso lo debieron dejar (con vida)”, exclamó impotente.

A través de lágrimas y sollozos expresaba su dolor. No había nada que la consolara. Sin embargo, la mañana del viernes regresó a revisar la vivienda de un piso donde sus familiares habían sido baleados. Allí ya no estaba su hijito, ni “la mejor abuela”, como solía referirse a Leonor, sino solo un perro que yacía acostado sobre la tricimoto de su cuñado.

Laura manifestó que Jean Pierre trabajaba como conductor de tricimoto y que no tenía problemas con nadie. “Yo nunca lo vi en nada (malo), pero tampoco sé si lo buscaban a él. Acababa de cumplir 22 años ayer (jueves 26 de septiembre) y lo asesinaron”, expresó.

(Esto también te puede interesar: Guayaquil: Zonas 'rojas' sin apagones durante la madrugada del sábado 28 y domingo 29 de septiembre)

Entre lágrimas, contó que Choclo, como apodaban al joven, era generoso con ellos. Les ayudaba comprando los insumos necesarios para el cuidado de su bebé, ya que el niño vivía con él y su madre. “Le daba a mi suegra las cosas para mi bebé, pero no sé si tal vez lo habían amenazado”.

Al final, recordó que su suegra atendía con mucho amor a su bebito. Las “coladitas” con las que lo alimentaban serán su último recuerdo. “Solo nos queda ir a retirar sus cuerpos y sepultarlos a los tres”, finalizó.

Un vecino, de forma reservada, le contó a EXTRA que, a la hora de la balacera, “algo” hizo que se levantara de su cama y caminara hasta la puerta. Él dijo que podría haber sido un presentimiento, pero que gracias a ese impulso escuchó de lejos la ejecución de la familia.

“Eran tres carros y una moto lineal, no alcancé a ver cuántas personas eran, pero les tumbaron la puerta. Luego, se escuchó el llanto del bebé y enseguida la ráfaga de disparos dentro de la casa. Luego salieron y a media calle botaron algunas balas”, dijo.

Otra fuente, en cambio, dijo que los familiares conocieron que los gatilleros vestían uniformes militares y que habían usado armas largas para asesinar a los tres.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!