En un comunicado emitido la noche del 10 de octubre de 2024, la ministra de Energía encargada, Inés Manzano, informó que la hidroeléctrica Mazar, la segunda más grande del país, experimentó una detención temporal de sus operaciones durante la mañana y la tarde de ese jueves, aunque ya ha retomado su funcionamiento normal. Esta aclaración se produce en respuesta a la difusión de noticias sobre su suspensión.

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A través de un video publicado en la red social X, Manzano explicó que la paralización de las turbinas no fue resultado de niveles críticos en los embalses, sino que Mazar estuvo "descansando" debido a la sobresaliente producción de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, que ha estado generando energía de manera excepcional gracias a las intensas lluvias.

"Es importante aclarar que Mazar está en funcionamiento desde las 18:00. Coca Codo Sinclair ha logrado generar hasta mil megavatios, lo que nos permitió dar un respiro a las turbinas de Mazar, contribuyendo así a la conservación de su embalse", afirmó Manzano.

El embalse de Mazar, vital para la generación eléctrica en Ecuador, enfrenta una situación crítica. Este embalse es fundamental, ya que sustenta la operación de tres importantes hidroeléctricas: Mazar, Paute-Molino y Sopladora. Desde el 8 de octubre de 2024, los niveles de agua han caído por debajo de los 2.115 metros sobre el nivel del mar, lo que ha provocado apagones prolongados en diversas regiones del país.

En la mañana del 10 de octubre, el nivel de agua del embalse se situó en 2.112,8 metros, casi idéntico al registrado el día anterior, que cerró en 2.112,7 metros. Este estancamiento ha generado preocupación entre los expertos, ya que el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) ha advertido que si el embalse desciende a 2.110 metros, la hidroeléctrica Mazar, que produce 170 megavatios, se verá obligada a suspender su operación.

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