“Papito, ya hablamos cuando pueda. Estoy bien, cansado, con sueño, con hambre, pero estoy bien”. Ese fue el último mensaje de voz que el aspirante a policía Elkin Fernando Bravo Insuasty, de 19 años, le envió a su progenitor.

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El contacto del chico se dio a las 18:00, seis horas antes de que lo declararan muerto el domingo 17 de marzo, por un paro cardiorrespiratorio. El joven era uno de los 142 aspirantes a policías que el pasado sábado llegaron a la escuela de formación Sócrates Arboleda Sanabria, conocida como Las Peñas, situada al ingreso norte de Babahoyo, Los Ríos.

La mañana del domingo, los jóvenes se presentaron a rendir unas pruebas físicas y al caer la tarde, la salud de Elkin se descompensó. Alrededor de las 19:00 fue llevado al hospital Martín Icaza, de la capital riosense, donde dejó de existir pasadas las 23:30.

Este 18 de marzo, Fernando Bravo, padre del fallecido, viajó desde Quito a Babahoyo, tras enterarse de lo que había ocurrido. Visiblemente dolido, dudó del diagnóstico de los médicos, en el que señalan que Elkin ingresó con síntomas aparentes de una meningitis bacteriana y 40 grados de fiebre.

“El domingo ya iba a descansar cuando me llamó la mamá de un compañero de mi hijo para decirme que necesitaban la autorización de un familiar para intubarlo y ahí me dice lo acontecido”, reveló.

Ahora el progenitor atesora esas últimas palabras que su hijo le dejó en la nota de voz y quiere que se haga justicia por su muerte. “Él no estaba enfermo; además, le hicieron exámenes dos veces antes de la postulación”, añadió.

Fernando sostuvo que el sueño de su hijo era convertirse en Policía Nacional y en la primera ocasión una dificultad en su ojo izquierdo se lo impidió. “Yo le dije: ‘Mijo, si es su sueño, no se rinda’. En el segundo intento logró entrar y mire lo que pasó’”, relató llorando.

A Elkin le encantaba la música y el fútbol. Era el segundo de dos hermanos y vivía en Quito con sus padres. Las autoridades de la escuela de formación policial no se han pronunciado. Sin embargo, se conoció que le están dando la apertura necesaria a la familia del fallecido.

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Dos horas antes de la muerte de Elkin, se vivió otra situación similar en el hospital José María Velasco Ibarra de Tena, provincia de Napo. Hasta allá llegó un equipo policial para levantar el cadáver de otro aspirante a la institución.

La víctima fue identificada como Byron Fernando Rosero, quien fue llevado a un centro médico por una grave descompensación en su salud. Fue ingresado cerca del mediodía del 17 de marzo, pero su deceso se informó a las 17:00.

Según el extracto al que este Diario accedió, al joven intentaron reanimarlo por seis ocasiones, sin resultados positivos, tras sufrir un paro cardiorrespiratorio. Pero él no entró solo, también fue ingresado un compañero suyo y hasta el cierre de esta edición su situación era reservada.

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