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Halloween de rituales y sacrificios
invasión de brujos, gatos, perros y aves se usarían para ritos macabros este día. En algunos mercados populares de la Capital hasta venden animales para este propósito. Animalistas aconsejan cuidar a sus mascotas hoy, en especial si son cachorros.
El pánico se apodera de los veterinarios y de las asociaciones de animalistas a finales de octubre, a nivel mundial. Realizan campañas, generan alertas en redes sociales y hablan con los dueños de las mascotas que atienden para evitar sacrificios con animales.
Halloween, mejor conocido como la Noche de Brujas, es una festividad exportada de los Estados Unidos que se celebra hoy. Allá se acostumbra que, por la noches, los niños salgan disfrazados de seres mágicos o monstruos para pedir dulces de casa en casa.
“Organizaciones internacionales y fundaciones protectoras de animales recomiendan: NO entregar en ADOPCIÓN perros o gatos, BLANCOS O NEGROS, después de Halloween”. Esta es una de las publicaciones que circulan en redes sociales. Los expertos dicen que no es para generar miedo en la población... ¡Esto existe!
Arturo Caviedes, veterinario y zootecnista, afirma que el año anterior a su consultorio llegaron gatos negros con sus orejas mutiladas y sacados los ojos de sus cuencas.
Sus colegas también recibieron alertas de muchos otros que han llegado picados con objetos filudos, golpeados con cosas pesadas, cortados y torturados hasta morir.
La animalista y rescatista Isabel Murgetiu tiene un refugio de perros en la Mitad del Mundo, al norte de la capital. Ella cuenta que en un par de ocasiones, cuando fue al cerro Catequilla, encontró los cuerpos degollados de gatos negros que estaban escondidos debajo de frutas, plantas y botellas de licor. Además, alrededor de ellos —en la tierra— estaba dibujado un pentagrama invertido (estrella de cinco puntas relacionada con el satanismo y la brujería).
Murgetiu recibió a una perrita con el ojo afuera la anterior semana y, a pesar de que no sabe si esta habría sido utilizada para un ritual, inició una campaña para que los refugios de animales no den en adopción a perros o gatos. “Si alguna persona entrega a uno, le recomendamos que haga un seguimiento del nuevo dueño llenando algún formulario para tener constancia de sus datos”.
La mujer afirma que no solo en Halloween se registran estos casos y añade que en la actualidad existe otro problema: la zoofilia. “Hay perritas que desaparecen y que luego, colegas animalistas las encuentran abusadas”.
Experiencias macabras
Jairo Escobar es un deportista y mensajero que vive en la capital. Durante su adolescencia vivió en Bogotá, Colombia. Allá se involucró en el mundo del ocultismo.
Recuerda que en una ocasión fue al barrio Juan Rey y presenció el sacrificio de un gato. Escobar cuenta que quienes hicieron esto practicaban magia negra.
Eran cuatro hombres, quienes en agosto fueron a su colegio a pedir gatos y perros en adopción, de preferencia cachorros. “Decían que estaban creando un refugio para ellos, pero era mentira”.
La madrugada de aquel día subieron a un cerro con el animal. Dibujaron con gasolina la estrella de cinco puntas invertida y la prendieron en fuego.
Proclamaron algunos conjuros y uno de ellos, con la uña del dedo índice crecida le abrió el cuello al gato. Regaron su sangre por todo el suelo y encima de los participantes. Luego desmembraron al animal y colocaron una extremidad en cada punta de la estrella.
Sin embargo, Ricardo Mera, parapsicólogo y experto en temas paranormales, enfatiza que existen muchos farsantes dentro de este tipo de prácticas, quienes solo quieren llamar la atención. “Los verdaderos no dejan huellas”.
Según su experiencia, el sacrificio de un animal es un ritual pagano, de la magia negra, del vudú y de la santería. Se lo realiza para pedir algo especial, “porque los espíritus no trabajan gratis”.
Mera menciona que lo que más piden son hechizos de amor. Los santeros, menciona, sacrifican dos gallinas y se las entregan a un espíritu llamado Orisha Elegua, quien, al parecer, ayudará a abrir las puertas para que llegue una pareja.
Añade que en al país han llegado santeros y brujos de Cuba y Venezuela, quienes venden animales de todo tipo en algunos mercados del centro de la capital. “Hay aves, perros, gatos... y presumo que es con la intención de sacrificarlos”.
Pero eso no es todo, el experto dice que los delincuentes suelen hacer sacrificios de animales en las tumbas de los ‘choros más pesados’ donde suelen pedir “convertirse en invisibles para la Policía”.
Bryan Albán, colega de Mera, y fundador del colectivo Kitu Paranormal, añade que en la capital los lugares en los que se han encontrado vestigios de sacrificios con animales son en los parques Metropolitanos y Miraflores, y en Rumicucho. “Hay rumores de que se han hecho rituales con indigentes”, agrega.
Ritual o locura
Viviana Oña es tarotista y practica magia blanca hace más de 15 años. Cuenta que estuvo presente en un sacrificio a un perro.
Sucedió en Perú y los brujos que habían practicado el ritual pretendían que con el hechizo muera una persona. Para ella fue la experiencia más abominable que ha visto en su vida.
Relata que los brujos proclamaron unos rezos, crucificaron al perro vivo y luego, con un cuchillo, le abrieron el pecho, sacaron su corazón y se bebieron la sangre.
Oña investigó por años estas prácticas y se dio cuenta que no se trataría de ‘verdaderos sacerdotes’, sino de psicópatas o enfermos mentales que tergiversaron el contexto histórico de los rituales.
Heredia recomienda a la ciudadanía que denuncie este tipo de maltrato para hacer un seguimiento. Agrega que las personas que realicen esto por moda o diversión deben ser atendidas por un psicólogo o psiquiatra.
En el país, según el Código Orgánico Integral Penal, una persona puede ir a prisión hasta tres años si se comprueba que maltrató a un animal y su final fue la muerte.