Su valor y coraje son las principales armas con las que cuenta doña Dominga para enfrentar a la delincuencia. Eran las 05:30 del martes 31 de enero cuando llamó su atención un papel con un mensaje de advertencia, dejado en el portal de su domicilio.

“Comunicado a los moradores de Las Orquídeas de parte de Los Choneros... El motivo de este comunicado es para informarles que empezaremos a visitarlos para que nos ayuden con una pequeña colaboración... con el fin de esperar su apoyo y no tener problemas o represalias con sus bienes y familia”, dice parte de la hoja que no solo fue dejada en el domicilio de Dominga, sino también en el de sus vecinos de las manzanas 65, 66, 68 y 69 de este sector ubicado en el norte de Guayaquil.

Una corriente fría recorrió el cuerpo de la esmeraldeña, de 58 años, cuando leyó la hoja y lo primero que hizo fue pensar en que su vida estaba en peligro, luego su temple para enfrentar los problemas la llenó de entereza.

“Aquí no van a venir a amedrentarnos. La delincuencia no nos va a arrebatar la tranquilidad, como está pasando con los habitantes de otros sectores. Nosotros somos unidos. Les caemos a palo y si yo agarro a uno de estos delincuentes, téngalo por seguro que le viró el pescuezo, no salen caminando”, manifestó la señora, quien desde hace dos años reside en Las Orquídeas.

“No vamos a permitir que nos amedrenten”

Pero Dominga no es la única valiente. Isabel, quien reside en la manzana 69, es consciente de que este tipo de delitos conocidos comúnmente como ‘vacunas’ ocurren en el noroeste de la ciudad y le preocupa que ahora los criminales pretendan tomarse su sector y pedir dinero, a cambio de dejarlos vivir en paz.

“Cuando vi ese papel en la puerta de mi casa, se me fue la sangre a los pies. Ahora por seguridad dejó mi carro en otro lugar. No vamos a permitir que nos amedrenten. Dos hombres dejaron esas hojas como si fuera la planilla de los servicios básicos, de puerta en puerta”, indicó.

Cámaras de seguridad captaron el instante en que dos individuos repartían las hojas en las viviendas de este sector. En la grabación se observa que vestían de negro, llevaban mascarilla y gorra.

El coronel Víctor Molina, jefe del distrito Pascuales, jurisdicción a la cual pertenece este sector de la urbe, explicó que lo primero que hizo la policía tras conocer el hecho fue reunirse con los lugareños y fortalecer la presencia policial en la zona.

“Se activó el botón de seguridad, las alarmas. La recomendación a la población es que esté unida para que puedan reaccionar ante un evento delictivo. Es el primer hecho de forma masiva en nuestro distrito. En el 2022 hubo ocho denuncias, pero en Bastión y en Pascuales. Nos llama la atención porque es un sector residencial”.

Reveló que las unidades especiales de la Policía están tras la pista de los responsables y que en los próximos días se procederá con su detención.

El jefe policial no descartó que se trate de integrantes de una organización delictiva. Sin embargo, son las investigaciones las que determinarán quiénes son los responsables de ‘paniquear’ a los habitantes de este sector de Guayaquil. (AEB)

El experto:“Es gente que quiere pescar a río revuelto”

Para Nelson Yépez, asesor en temas de seguridad, las personas que cometieron este hecho delictivo no serían integrantes de una banda criminal, sino delincuentes comunes que quieren aprovecharse de lo que ocurre en otros sectores de la ciudad. “Es gente que quiere pescar a río revuelto, a ver qué le sale, no conocen el tema policial. Las bandas organizadas no cometen este tipo de errores de dejar una hoja en cada casa, actúan de otra manera y en lugares donde hay poca frecuencia de la policía”, afirmó.

Recomendó a la ciudadanía asentar la denuncia en la Fiscalía, para que la policía especializada dé con los causantes.