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Guayaquil: Rescatan a un perro fino y por error lo entregan a avivatos
El taxista Fernando Garzón salvó a una chihuahua de ahogarse en el canal de Mucho Lote 1. Ahora el rescatista tiene un sinsabor, pues cree que el can no fue entregado a sus reales propietarios
Los raspones en los codos, mano izquierda y espalda asustaron a los familiares de Fernando Garzón Zambrano, un guayaquileño de 37 años.
Ellos pensaron que él había sido víctima de la delincuencia. No sabían que estas heridas se las hizo él mismo al rescatar a una perra de raza chihuahua, la cual cayó en la zanja de Mucho Lote 1, en el norte de Guayaquil
Su hazaña está registrada en un video que circula en redes sociales. En el material audiovisual, un desconocido ‘camarógrafo’ criollo dice: “Este ‘body’ fue el héroe del día domingo”.
La mañana de ese 5 de diciembre, Garzón pasó por la avenida Isidro Ayora, en su taxi (alquilado) y vio harta ‘pipol’ en los alrededores del canal, por lo cual decidió parquear el auto y echar una ojeada.
Divisó al chihuahua tratando de salir de las aguas del canal.
“Tenía dos opciones: salvarla o dejarla morir. Verla desesperada me conmovió”, relata el rescatista, quien ‘voló’ a su carro para traer las cuerdas que otra persona utilizaría para bajarlo.
Su experiencia para realizar nudos la aprendió en su antiguo trabajo, en una pesquera, conocimientos que empleó para el rescate. En menos de dos minutos sacó de las aguas turbias a la cachorra. “No pensé en nada, si se rompía o no el cabo, si me daba sarna o algo en la piel por estar en contacto con ese líquido putrefacto”, señala.
Vaya sorpresa...
Una vez que llegó a la cima con la perra, preguntó a los presentes quién era el propietario del can. “Una pareja aseguró que eran sus dueños y se la entregué. Luego me entero que los verdaderos amos la estaban buscando”, cuenta decepcionado.
No le duelen las heridas y raspones, pero sí haberle dado el animal a unos desconocidos.
Igual sigue rodando por las calles aledañas para tratar de dar con el paradero de quienes se llevaron a la perra.
“Me impresionó que el supuesto dueño cogió feo al chihuahua, lo tomó de la nuca y el animal temblaba. La mujer trató de ‘darme para las colas’ (monedas), pero le dije que no lo hacía por la plata. Luego un chico me informó que me llamaban de una carnicería que está por la zona y me regalaron un pavo. En mi carro me puse a llorar, porque la he visto duras desde la pandemia, pues he intentado conseguir trabajo estable, pero ha sido imposible”, precisa el hombre.
Amor al prójimo
Fernando no solo es rescatista canino, también ayudó a apagar un pequeño incendio a un vecino; es de los que ayuda en las calles cuando alguien se queda botado.
“Soy de los que piensan que manos que dan, manos que reciben. Y haz a otros lo que quieres que hagan contigo”, declara.
El taxista dice estar siempre dispuesto a ayudar, pero le gustaría hacerlo con más preparación, por eso quisiera servir, aprender y ser parte del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil.
"Me preocupa su estado de salud"
María Belén Chancay llora por su perra de dos años, Nitty, quien desapareció de su casa en Mucho Lote 1, el domingo pasado. Ella y su familia reconocieron al animal en el video que se compartió por redes sociales, el de la zanja.
Belén no sabe cómo Nitty salió de la vivienda, solo conoció, por medio de un guardia de la zona, que una mujer perseguía al can y este no se dejaba coger. “Cuando la iban a agarrar saltó al canal”, manifiesta Belén, quien sostiene que su perra no deja que ni sus parientes la toquen.
“Me preocupa su salud, pues solo come conmigo, de otro modo no se alimenta. Además, necesita sus medicinas, pues nació con una discapacidad en su pierna derecha trasera, por eso no puede tener crías”, dice llorando la joven, quien afirma que Nitty fue el regalo de su esposo, quien conoce su amor por los animales.
Indica que su chihuahua no es su mascota, es parte de su familia, por eso le duele su ausencia y pide que le devuelvan al can que la recibía al llegar a casa.