Al sueño de Gabriela Montero de ser doctora lo está matando la indolencia en la atención. Y no es que se trate de una enfermedad rara que tenga, sino a lo que ella y varios docentes universitarios denuncian como un mal manejo en la Facultad de Medicina de la Universidad de Guayaquil.

En un conversatorio denominado ‘Hablemos de Universidad’, realizado en días pasados, ella, como representante de los estudiantes, se sumó a la queja de varios profesores y exprofesores por cómo se han disminuido drásticamente los cupos para la carrera de Medicina: de 300 hasta el año pasado a solo 80 este año.

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A eso se suman otros problemas citados por los educadores universitarios, como la firma desmedida de contratos para servicios especiales y la demora en la contratación de profesores, que llega al 80% de la nómina existente.

El docente Ecuador Montenegro detalló que para este año el rector y la decana de la Facultad de Medicina, María Antonieta Tauris Bonifaz, sin ningún estudio técnico, decidieron que solo entregarían 80 cupos para el primer semestre de la carrera.

Califica que esto se hizo “en desmedro de la población pobre del país, que no podrá acceder a estudiar Ciencias Médicas” porque la formación de médicos en las universidades privadas cuesta semestralmente entre 6.000 y 13.000 dólares, explicó.

Mientras tanto -dice Montenegro-, tres universidades privadas de Guayaquil y Samborondón ofrecen más de mil cupos para la carrera de Medicina. "Entonces estamos creando una carrera solo para las élites, porque el hijo del carpintero, del maestro, del obrero, en general, no podrá acceder. No queremos una carrera elitista”, cuestionó.

El doctor Marco Calle, miembro del Consejo Superior Universitario, reveló que el rector, desde el 2022, decidió bajar el cupo para la carrera de Medicina de 300 a 80. Para Calle, esta situación ha provocado “la agonía de la Facultad de Medicina, porque para el tercer semestre tenemos actualmente solo 80 estudiantes”.

Pone como ejemplo lo que, dice, ocurre en la Facultad de Filosofía, donde los postulantes no lograron alcanzar los cupos y, según señala, ha tenido que llamarse a una segunda postulación. “Existe una mala distribución de los cupos de ingreso para la Universidad de Guayaquil”, indicó.

Sostuvo que ante esto, el titular de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), César Vásquez Moncada, el 9 de mayo último anunció que las carreras de menor demanda entrarán a un análisis para reducirles los cupos.

Los expositores en la charla fueron más allá y pusieron al descubierto otra irregularidad: a los estudiantes de los siguientes semestres tampoco les están dando los cupos para las asignaturas, como medicina interna, traumatología, geriatría, entre otras.

Gabriela Montero, estudiante de la Facultad de Medicina, ratifica lo dicho por Calle y asegura que las referidas materias no las están recibiendo, lo cual no les permite avanzar en sus estudios. Ante esto, Montero dice que 127 estudiantes plantearon una acción de protección contra el centro de estudios superiores.

“Ellos (las autoridades) solo nos dicen que no tienen los profesores adecuados para que nos den esas materias; sin embargo, ante la Comisión de Educación de la Asamblea Nacional, las autoridades universitarias dijeron que sí existían los maestros”. 

Mientras tanto, el profesor universitario Calle pone sus esperanzas en los miembros de la Comisión de Educación de la Asamblea, quienes el 7 de junio próximo visitarán la Universidad de Guayaquil para corroborar el problema.

“He denunciado al señor rector que de los 450 maestros solo 150 tienen nombramientos, el resto son contratados a dedo, porque no se pide ni experiencia en la docencia. Ahí hay algo oscuro, hay indicios de corrupción”, enfatizó.

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