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Guayaquil y Durán la 'mina' del secuestro para Tiguerones y Chone Killers
En menos de 24 horas dos comerciantes fueron plagiados en la Zona 8, uno ya está en casa. Policía y experto en seguridad afirman que el delito se ha vuelto común porque para los delincuentes es una forma de conseguir dinero para financiar sus estructuras criminales.
Lo fácil y el escaso costo operativo es lo que está provocando que el secuestro se vuelva un delito en auge y común en Ecuador, afirman el general Edwin Noguera, comandante de la Zona 8; y Kléber Carrión, experto en seguridad y fundador de la Unidad Antisecuestro y Extorsión (Unase).
Muestra de esto es lo ocurrido, en menos de 24 horas, con dos comerciantes, uno en Durán y otro en Guayaquil. “Ellos han sido víctimas de delincuentes que buscan la forma de conseguir dinero para financiar sus organizaciones delictivas”, afirma Noguera.
La primera víctima es el cuencano Neptalí Ramos, de 56 años, dueño de un local de repuestos de vehículos y de pintura. Él fue liberado 14 horas después de su plagio, suscitado a las 07:36 del lunes. Dos personas fueron detenidas, ellos serían quienes le daban custodia en un inmueble de la cooperativa Nuevo Horizonte, en Durán. Se les halló un arma de fuego.
experto en seguridad
La otra afectada es Ana Pomagualli, dueña de una local de abastos y oriunda de Chimborazo. Su rapto ocurrió a las 05:20 de ayer, en las calles Abel Castillo, entre Maldonado y Calicuchima, en el suroeste de Guayaquil. Ambos fueron abordados por sujetos armados y llevados en un vehículo. Con ellos son 7 las personas secuestradas en la Zona 8, conformada por Guayaquil, Durán y Samborondón, en lo que va del año.
El general Noguera explicó que las organizaciones criminales buscan el delito de oportunidad y que las víctimas puedan ser personas pudientes o también dueñas de locales comerciales pequeños, cuyos victimarios son los encargados de conseguir los fondos para que subsistan las bandas delictivas.
“Los constantes operativos han permitido el bloqueo de organizaciones que viven del dinero ilegal, del robo, del delito. Ahora estas estructuras han generado que ese grupo, que estaba destinado a conseguir los recursos, lo hagan a través del secuestro, no les interesa si es un comerciante grande o pequeño, lo que necesitan es el dinero para seguir manteniéndose”, señala el comandante de la Zona 8.
Sostiene que lo recomendable es que las personas adopten medidas de protección, como cambiar de rutina, estar en comunicación con la Policía y en caso de notar algo sospechoso pedir que les activen el botón de pánico.
“Lo lamentable es que cada vez que detenemos a una persona, esta ya tiene antecedentes penales, es hora de revisar nuestras leyes y que no favorezcan a los criminales. Deben ser más represivas”, expresa.
Carrión, por su parte, afirma que el secuestro no es un delito nuevo, ya que en la década del 80 se dieron hechos de connotación en el país. Sin embargo, comenta que en la actualidad son las organizaciones criminales que al no tener los recursos para mantenerse incurren en este tipo de delitos.
“El costo operativo de sustentar un grupo delictivo es elevado y encima en sus zonas territoriales el traslado, el captar adeptos y por eso requieren de una fuente de financiamiento y estos delitos lo son. Les sale más barato que vender droga, es una financiación directa al bolsillo”, manifiesta.
Una fuente reveló que quienes cometen los secuestros en Guayaquil son miembros de las organizaciones delictivas Los Tiguerones y en Durán los Chone Killers. (AEB)