Una vecina del centro de Pascuales, del otro lado de la cinta amarilla que delimitaba la escena de un crimen, se tapaba la nariz y boca con una pequeña toalla naranja, la mañana de este sábado 16 de marzo del 2024.

El olor probablemente la incomodaba, pero la curiosidad por saber lo que pasaba en el botadero de la esquina de Colimes y General Leonidas Plaza, en esa parroquia del norte de Guayaquil, la mantuvo más de 20 minutos al pie de la basura amontonada.

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En medio de los desperdicios había algo macabro: partes de un cuerpo humano.

Estas fueron halladas a las 10:00 por colaboradores de la empresa de servicio de recolección de basura Urvaseo, mientras realizaban sus labores cotidianas.

Ellos, según vecinos, no pudieron concluir sus labores al notar que los dos sacos blancos, manchados de sangre y en medio de los demás desechos, contenían extremidades y otras partes humanas.

Los presentes se movían de un lado a otro intentando no perderse ni un detalle del procedimiento, ya que cabía la posibilidad de que la víctima sea un vecino.

Un hombre que vestía una camiseta azul y gorra fue de los últimos en arribar a la escena. Él confirmó a EXTRA que estaba allí con unos parientes porque un familiar, de aproximadamente 25 años, se encontraba desaparecido, por lo que llegaron a ver si podían identificarlo por la vestimenta.

“Pero enséñele la foto a uno de los policías, para que le corrobore si es o no es”, le sugirió uno de los presentes.

Cuando el levantamiento de los sacos hacia el transporte de Medicina Legal finalizó, el grupo de parientes seguía sin tener una respuesta. Pocos minutos después una joven que vestía una blusa a cuadros llegó corriendo a la escena y al encontrarse con sus allegados rompió en llanto, ante la posibilidad de que se trate de su pariente.

La Policía Nacional, por su parte, no dio declaraciones del tema. Tampoco proporcionó ningún detalle sobre el hallazgo ni confirmó si se trataba de la persona desaparecida. 

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En Pascuales, parroquia urbana de Guayaquil, los casos de personas desmembradas se reportaron con frecuencia en el 2023.

En menos de un mes, dos casos de piezas anatómicas humanas alarmaron a los lugareños.

El último caso fue notificado en diciembre de 2023, cuando un residente de la cooperativa Assad Bucaram fue asesinado y su cuerpo apareció desmembrado a pocas cuadras de su domicilio.

Y en noviembre de 2023, un pie y una cabeza también fueron hallados escondidos en un costal.

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