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El hecho se registró en la cooperativa Carlos Castro 2, del Guasmo, en el sur del Puerto Principal.AMELIA ANDRADE

Guayaquil: Discusión terminó en femicidio y suicidio

Algunos vecinos contaron que nunca antes habían escuchado una pelea entre la pareja, que habitaba hace más de 30 años en el Guasmo. 

Los gritos entre una pareja, considerada por sus vecinos como ejemplar, alarmaron a los moradores de la manzana 5 de la cooperativa Carlos Castro 2, del Guasmo, en el sur de Guayaquil.

Pero más los sorprendió el resultado de la pelea: murieron los dos. Los fallecidos fueron identificados como David Daniel Jara Olivares, de 59 años, y su cónyuge Lidia del Pilar Falcones Tejada, de 52.

El incidente ocurrió pasadas las 00:00 del lunes 8 de noviembre, según comentó una lugareña, quien pidió reservar su identidad porque no quería ser catalogada como ‘sapa’ en un barrio donde prolifera el consumo de sustancias estupefacientes.

"No hubo ninguna alerta de violencia intrafamiliar, ninguna alerta de auxilio. Todo fue en un lugar privado: en su domicilio”.
Ricardo Manitio, jefe distrital de la Policía.

Ella relató que el hombre se dedicaba a la venta de repuestos de bicicletas y motos. “Tenía algunos locales, uno de esos en la misma casa. Ella, en cambio, era profesora en la isla Puná”, mencionó.

Por la mañana, el inmueble en el que ocurrió la discusión estaba cerrado, pero había parientes en una vivienda aledaña, aunque prefirieron no hablar de lo sucedido.

El paramédico Carlos Perugachi constató que la mujer tenía dos heridas de cuchillo en el tórax.

El hecho

Una lugareña comentó que, a la hora de la discusión, supuestamente se escuchaban gritos, pero no era claro lo que decían. Sin embargo, lo que sí recordaba era que de repente David Jara salió y en voz alta dijo que había matado a su mujer y se volvió a encerrar.

En ese momento habría atentado también en contra de su vida, con un cuchillo.

Esa situación alertó a los allegados, quienes forzaron las seguridades de la puerta e ingresaron a la casa, pero fue tarde: Lidia Falcones estaba muerta, tendida en el piso, con heridas de un arma cortopunzante en su cuerpo, mientras que el marido aún agonizaba.

Con la esperanza de que se salvara, el hombre fue llevado de urgencia al hospital del Guasmo, donde fue atendido por la doctora Andrea Vera, pero sus órganos vitales ya habían sido comprometidos y falleció en el centro médico.

Reservados

Los lugareños comentaron que Jara y Falcones vivían en el sitio hace más de 30 años. “Se conocían con todos por aquí, eran fundadores prácticamente, pero aún así eran muy reservados”, sostuvo una moradora.

Otro residente dijo que David Daniel era una persona que daba consejos a clientes y vecinos que habían tomado “malos pasos” o que empezaban a consumir drogas. “Era una persona muy respetada”, señaló.

Investigación

El jefe distrital de la Policía, coronel Ricardo Manitio, informó que tras el suceso, se acordonó el área donde ocurrió el hecho, catalogado como un caso de femicidio y suicidio.

El oficial mencionó que aún se desconocía el motivo del crimen. “Las presunciones son muchas (...), pudo ser por celos, rencores... Llega un tiempo en el que todo se explota y ahí tenemos las consecuencias: pérdida de valores, agresividad...”, enfatizó.