El ‘efecto’ Fito les ha marchitado los bolsillos. Las ventas de los comerciantes estacionados en los exteriores de la Penitenciaría del Litoral bajaron por el miedo que instauraron, a través de atentados, organizaciones criminales.

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Eran las 10:30 del viernes 12 de enero y Georgina Barzola leía las noticias en un ejemplar de EXTRA mientras esperaba que llegaran más clientes y mejorar sus ingresos. A esa hora solo había vendido cuatro desayunos en su pequeño puesto ubicado en la vereda del recinto carcelario, en el kilómetro 16.5 de la vía a Daule.

“Esperemos que con la voluntad de Dios la situación mejore pronto”, dice. Antes de que se conociera sobre la presunta evasión del líder de Los Choneros, el pasado domingo, Georgina se ‘metía’ unos 80 dólares diarios, ahora solo llega a 30 ‘latas’.

La desaparición de José Adolfo Macías de la cárcel Regional, espantó las visitas de familiares de los internos en este complejo, lo cual se ha traducido en pérdidas para los que integran la asociación de comerciantes ‘Unidos Venceremos’.

Juana (nombre protegido), otra vendedora, confirmó que sus ventas de gaseosas, bebidas hidratantes y caramelos también declinaron desde la mañana del 8 de enero. Ella también ganaba al día unos 30 dólares, ahora apenas lograba reunir $ 4,00.

Perla (nombre protegido), vendedora de batidos en este sitio, evitó compartir su identidad debido a que mencionó que "a veces hay que cuidarse hasta demás". Lo que sí reveló fue que en la 'Peni', como también se conoce a la Penitenciaría del Litoral, no existió ningún disturbio, ya que alias 'Fito' estaba recluido en otra cárcel. 

"Lamentablemente, mencionan la Penitenciaría y nos afecta a nosotros. 'Fito' no estaba aquí, estaba en la (Cárcel) Regional", sostuvo la comerciante, quien hizo un llamado a no desinformar, ya que a raíz de eso, la gente dejó de ir a ese lugar.

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Las pérdidas económicas también son evidentes para Perla en esta segunda semana de enero, quien viaja desde Durán hasta esa locación cada día, y trata de laborar hasta una hora y media más que sus compañeros, quienes por la poca afluencia de personas, solo estaban siete de los veinte que suelen vender. "De tantos años que uno tiene aquí, uno aprende a convivr con estas situaciones. Mis hijas me dicen 'mami, no vayas a trabajar', pero, ¿con qué comemos?", lamentó.

A pesar de las escasas ventas en esta semana por la falta de visitantes, son “los que firman” los que generan sus pocas ganancias. Se refiere a personas a las que un juez les ha impuesto medidas cautelares y debe cumplir con una presentación periódica en la ‘Peni’. Por cuidar pertenencias no permitidas en la cárcel, ella gana solo 50 centavos, ‘billetito’ que, por ahora, la ayuda a parar la olla.

Así, los comerciantes de la ‘Peni’ cruzan los dedos para que bajen las tensiones por el “estado de guerra” y que los clientes asomen por la vía a Daule. De lo contrario, se seguirán ‘comiendo la camisa’.

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