Ecuador tiene un nuevo presidente electo. El candidato de ADN, Daniel Noboa Azín, logró ganar la segunda vuelta tras una atípica y estrecha campaña electoral marcada por noticias falsas, los coletazos del asesinato de Fernando Villavicencio y acusaciones que dividieron al electorado nacional.

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Una división que quedó marcada por la escasa diferencia porcentual entre uno y otro candidato. Con el 90,78 por ciento de las actas válidas escrutadas, el CNE informaba que Noboa se quedó con el 52,3 por ciento de los votos, mientras que Luisa González logró el 47,7 por ciento.

Para Francisco Jiménez, exministro de Gobierno de Ecuador, el presidente electo no se eligió como un mandatario “anti algo”. “En la primera vuelta hubo tres cosas, el asesinato de Villavicencio que trastocó todo. Más allá de esa barbarie, hubo una segunda barbarie, el nivel de acusaciones sobre quién era el culpable, hubo mucho manoseo de ese hecho de sangre y la gente lo sintió, Daniel no entró en eso, él no lo buscó, estuvo allí pero se mantuvo distante mientras que otros tejieron hipótesis ofensivas”, analizó como primer elemento Jiménez.

El segundo elemento, para él, fue el éxito en el primer debate en el que el país conoció a Noboa como un hombre sensato, con conocimiento y mesurado. Y, finalmente, un tercer hecho que fue recoger todo el camino recorrido por su padre, el empresario Álvaro Noboa, quien intentó por cinco veces llegar a Carondelet.

En algunos de estos aspectos coincidió el analista político Marcelo Espinel. Para el experto, fueron cuatro las claves detrás del triunfo de Noboa. 

“Lo primero, su estrategia en redes sociales; lo segundo, orientar su campaña en que no era correísta ni anticorreísta, eso caló en el electorado que no quiere polarización; lo tercero fue el debate en el que se lo vio relajado y con buenas respuestas, lo que terminó por posicionarlo en primera vuelta; y en el segundo debate mantener su imagen, optó por ser cauto y no generar discusiones”, comentó Espinel.

Finalmente, un detalle comunicativo clave, y en un momento crítico de la campaña, fue la divulgación del Daniel Noboa de cartón, estrategia que se popularizó. Espinel señaló que los políticos de cartón fueron un elemento novedoso en su campaña que le permitieron ser cercano a la gente. En esto coincidió la analista política Irene Vélez.

“Para mí los últimos días los dos candidatos sabían que tenían que dar el todo por el todo, no creo que el cartón permitiera remontar, sino lo que significó; Noboa no estaba en el discurso de los asesinos de Villavicencio; él invitó a compartir alegría, que tenemos alegría como país, creo que ese acto comunicacional le dio ventaja como el debate de primera vuelta”, explicó Vélez.

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Má allá de las razones que lo hicieron ganador, lo cierto es que Noboa tiene ahora por delante el desafío de unir al país y enfrentar las dificultades en materia de seguridad y economía, aspectos que tiene en una crisis inédita al país.

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