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Los viajeros son llevados en llamados 'taxis'' hasta las embarcaciones de cabotaje.Los viajeros son llevados en los llamados ‘taxis’ hasta las embarcaciones de cabotaje.

Galápagos: ¡cuidado con el ​olvido!

Ex defensor del pueblo pide a las autoridades que en la investigación de la tragedia del yate Angy no se imponga la ‘lógica’ de la impunidad, con el pretexto de no dañar la imagen de las islas.

Justicia y cambios, o dejar que el negocio del turismo no se afecte con tanta bulla y todo siga adelante. La dualidad que enfrentan las islas Galápagos hoy pone el dedo en la llaga en un asunto del que todos hablan ‘en voz baja’. La muerte de 4 personas en el naufragio de una embarcación en días pasados causó conmoción y provocó una serie de reportajes al inicio, pero pronto pasará al olvido.

El suceso, ocurrido justo hace una semana, el domingo 25 de septiembre, provocó el reclamo de la población, que salió a las calles a exigir justicia, que pedía castigo para los responsables, que les gritaba “asesinos, asesinos” a los miembros de la Armada, que hablaba de la serie de irregularidades que se presentan en los servicios de cabotaje y de turismo, que oía con pesar cómo enfrentaron las horas de terror los sobrevivientes de esta tragedia. Pero fue solo durante una semana y todo pasó.

“Aunque el tema es grave, la visibilización del mismo no es tan grande, o tratarán de minimizarla porque, evidentemente, el negocio que hay dentro de las islas (turismo) impide que se visibilice de manera adecuada, porque sienten que si esto hace mucho eco el negocio se sentirá afectado”, asegura Milton Castillo, exdefensor del Pueblo en las islas Galápagos.

En diálogo con EXTRA, Castillo señala que el negocio turístico es lo que mueve a la provincia y que al ser este un accidente que involucra y afecta directamente la imagen del sector, muchos harán presión para que no se hable mucho de ello.

“La principal actividad no es la conservación, no es el desarrollo integral de las personas que aquí viven (...) Incluso las autoridades, en su gran mayoría, también tienen vínculos directos o indirectos con el negocio turístico, y por eso tienen mucho recelo al hablar de eso, más allá de lo dramáticos que hayan sido los hechos”, analiza.

Al respecto, Ángel Yánez, alcalde de la isla Santa Cruz, aclara que si bien el 85 % de la población insular vive, directa e indirectamente, de la llamada ‘industria sin chimenea’, las acciones de investigación deben ser prolijas. Pero considera que el asunto debe manejarse con prudencia también. “Porque muchos han relacionado esto como un accidente de una embarcación turística y no es así, esta es de cabotaje (traslado de pasajeros entre islas)”.

Yánez entiende que el tema es grave y precisa que “la Capitanía de Puerto es responsable de la llegada y partida de las embarcaciones”, al referirse a una serie de errores y omisiones (ver gráfico adjunto) que dieron paso a la tragedia, de la que sobrevivieron 33 de las 37 personas que iban en el yate Angy, que finalmente naufragó cerca de la zona de Tortuga Bay.

37 personas viajaban en el yate, que solo tiene capacidad para 32. A nadie le dieron chaleco salvavidas.

El alcalde insular señala que los errores comenzaron desde el inicio de la revisión de documentos, pasando por la falta de equipamiento básico de seguridad del yate hasta “el terrible” accionar del capitán, que prefirió apagar la radio y no comunicar lo que sucedía, “quizá para evitar ser multado por lo ocurrido”.

Jairo Gusqui, presidente de la Junta Ciudadana de Santa Cruz, cuestiona la falta de controles de parte de la Capitanía de Puertos y de sus miembros. Advierte que habrá una veeduría local para exigir respuestas sobre este caso y que las autoridades asuman la responsabilidad de ejercer revisiones más estrictas.

“El control debería hacerse en la lancha, no desde una oficina nada más”, sugiere Gusqui.

Con él coincide Yánez, quien lamenta las muertes ocurridas, “porque cosas como estas siempre duelen a la ciudadanía, que está muy triste y a la vez enardecida por la falta de controles por parte de la Capitanía de Puerto”.

Castillo va más allá y también cuestiona que desde el Gobierno no haya existido ni siquiera “un pronunciamiento de solidaridad con las víctimas. El ministro de Turismo ha estado trabajando aquí estos días y ha hecho mutis... Ojalá que, como en la mayoría de los casos que suceden en Galápagos, no se imponga la ‘lógica’ de la impunidad, del encubrimiento”.

Así van las cosas

Desde ayer 1 de octubre, informó el alcalde de Santa Cruz, Ángel Yánez, se debía cambiar el horario de salida de las embarcaciones que ofrecen el traslado entre islas. Esto, como una primera medida para que los viajes se realicen más temprano.

Así, las salidas que antes eran a las 07:00 serán a las 06:00, y las que se realizaban a las 15:00 ahora pasarán a las 14:00.

Por su parte, la Junta Ciudadana de Santa Cruz presentó un escrito en el que plantea una serie de acciones que deberían aplicarse con urgencia, acerca de las regulaciones y procedimientos vinculados a las actividades acuáticas en el archipiélago.

Así, se habla de implementar cambios en el sistema de reservas y zarpes, en el control de zarpes y arribos, en el sistema de revisión de embarcaciones, en la atención de emergencias tempranas y para establecer un plan de emergencia en caso de siniestros.