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Con la elección de la Chola Cuencana concluyeron las fiestas del Austro
El certamen de la Chola Cuencana se ha convertido, desde 1990, en el evento popular que incluye a los sectores rurales de Cuenca
Luciendo una pollera colorada, makana multicolor, una blusa blanca y el cabello con trenzas, Dayana Ramón Criollo bailó sin cesar la tradicional canción de la Chola Cuencana, de la autoría del músico fallecido, Rafael Carpio. Ramón fue elegida de entre 19 candidatas, la Chola cuencana 2018-2019, la noche del sábado 3 de noviembre.
Este certamen se realiza desde 1990 por la Independencia de Cuenca para incluir a las parroquias rurales dentro del festejo. La actual soberana representó a la parroquia Nulti, situada al este de Cuenca.
El título de Chola Cuencana forma parte del patrimonio intangible de la ciudad. Es la identidad de la urbe, reseña Juan Cordero Íñiguez, historiador y cronista vitalicio de Cuenca.
Con la elección de la cholita se trata de mantener los “signos de identidad cuencana”, figura femenina que nació como producto del mestizaje del cholo, término utilizado para el campesino que a más de la mezcla étnica era muy elegante en su vestir, señala Juana Cordero en una de sus obras sobre identidad de Cuenca.
La vestimenta de la pollera bordada, blusa y sandalias se mantiene en muy pocos sitios de la ruralidad de Cuenca; ha sido considerado como el ícono de la mujer cuencana.
Además se eligió como Reina de los Barrios de Cuenca a Tamara Castro, representante del barrio San Roque. Ella se suma Cristina Ortega, Reina de Cuenca 2018. La Chola Cuencana se convierte en una tercera Reina representando la ruralidad. Las tres trabajan en coordinación para desarrollar obras sociales en la ciudad.