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Personaje

La dimensión de su lengua es de 18 centímetros de largo y de ancho 7 centímetrosRomina Almeida/Extra

¡Fernando es 'harta' lengua!

Su mente es como una calculadora: cuenta y suma las letras y todas las frases que escucha. Con su don ha ganado billete y ‘chelas’. También sorprende por su órgano que mide 18 cm

“¡Ya llegó la EXTRA, el diario que circula primero y mejor!, son 45 letras. Buenas tardes y bienvenidos a mi humilde local, son 39 letras”, dice emocionado Fernando Espinoza Paredes afuera de su local de baterías, ubicado en las calles Cuenca entre la 16 y 17, suroeste de Guayaquil.

El guayaquileño tiene 52 años y su enorme lengua se ondea como bandera al hablar con rapidez. Sus familiares y amigos lo llaman el ‘rey de las palabras’, pues mientras conversa acostumbra a contabilizar cada una de sus letras. Es su obsesión.

Recuerda que desde pequeño ha desarrollado esta habilidad, la cual en la adultez le ha hecho ganar $ 100 o una jaba de ‘bielas’. Es más, Fernando participó en un programa de televisión sobre apuestas.

“A los 7 años mi abuelita me decía: ‘Levántate (9 letras)’ y yo entre dormido y despierto contaba las letras en mis dedos. Así empecé a desarrollar esta agilidad mental. Cada vez incrementan las palabras. ‘Levántate a comprar el pan’ (22 letras). ‘Apura que se te hace tarde’ (21) y así sucesivamente, todo lo que oía yo contaba”, manifiesta el ‘soberano’, quien asegura que no cuenta las letras de nombres, apellidos ni palabras en inglés, pues hay caprichos en su escritura, sobre todo en los dos primeros.

Entrenamiento mental

Indica que él nació con un don, el cual ha cultivado. Así como un deportista se ejercita, él también lo hace mientras maneja, camina y escucha las noticias.

Su local es uno de sus sitios de entrenamiento, pues a diario contabiliza las letras de las palabras de sus clientes.Romina Almeida/Extra

También se entrena al escuchar a sus clientes en su negocio. Esto es de todos los días. Afirma que lo hace desde que despierta, y sostiene que no enloquece por ello. Sin embargo, así como un deportista presenta lesiones en sus extremidades, con el tiempo está olvidando ciertas cosas.

Lengua larga...

Y no es que a Fernando le guste el chisme o el cotorreo, para nada. Él nació con otra particularidad: su lengua mide 18 centímetros de largo.

“Yo creo que cuando nací el doctor no me cogió de los pies o de la cabeza, me ‘jaló’ de la lengua, por eso la tengo de ese tamaño”, menciona entre carcajadas.

Como anécdota cuenta que en su local se ‘colgó’ de una viga y la gente se detuvo solo a ver el tamaño de su lengua.

Problemas en algunas funciones

A esta condición se la denomina macroglosia, el crecimiento exagerado de la lengua, órgano que alcanza su máximo desarrollo a los 18 años. Su tamaño normal es de 10 cm de largo por 4 cm de ancho y de 1 a 1,5 cm de espesor, señala la otorrinolaringóloga Loira Ronquillo.

La macroglosia provoca problemas funcionales en el habla, masticación y respiración. En lo que concierne a cambios anatómicos ocasiona trastornos en el crecimiento de los maxilares y posición dental, dando lugar a mordidas abiertas.

También hay un cuadro obstructivo de la vía aérea superior, abundante salivación (sialorrea) y dislalia (mala pronunciación).

El tratamiento es quirúrgico, la glosectomía, la reducción de la lengua. Para ello deben evaluar al paciente el otorrinolaringólogo y el odontólogo, incluso un cirujano maxilofacial.

Detalles

- Su don está relacionado con las matemáticas y ortografía. El ‘rey’ expresa que tuvo excelentes profesores en ambas asignaturas en el colegio José Domingo de Santistevan, en el cual se formó.

Con su hijo practica el deporte que tanto ama, la pesca.cortesía

- Otra de las facetas importantes de su vida es la pesca, un legado que heredó de su padre y hoy él se lo transmite a su único hijo, Miguel, quien no siguió con su ‘reinado’ de contabilización.