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La madre y el abuelo del joven en el dormitorio donde él dormía. Muestran sus medallas.Karina Defas

Familiares de Luis Cordero están cerca de las personas que lo mataron

En Quito, el abogado del caso, y tío de la víctima, ha encontrado nuevas pistas que lo conducirían a los criminales del muchacho, de 24 años.

Verónica Benítez roció agua bendita en el lugar donde arrojaron el cuerpo agonizante de su hijo, Luis Cordero. Una acera que queda a 70 metros de su casa, en Cotocollao, norte de la capital.

El hecho sucedió la madrugada del 7 de agosto, cuando el joven, de 24 años, regresaba en un taxi de una reunión. La mamá también fue al lugar donde su hijo habría tomado el vehículo y también lo bendijo.

Su intención con este acto era que el alma de Luis encuentre paz y que le ayude a esclarecer el crimen.

El hermano de la madre, y también abogado, Diego Benítez, se hizo cargo del caso de manera particular y ha encontrado inicios que dan nuevas luces para encontrar a los responsables del asesinato.

El jurista ubicó el taxi de donde supuestamente arrojaron el cuerpo mal herido del joven. Envió pedidos a Criminalística para que levantaran huellas dentro del auto y se pudo determinar que había sangre. Estos rastros faltan ser cotejados con el ADN del joven.

Además, Diego consiguió al propietario del taxi y, por consiguiente, quiere dar con el paradero del conductor que había manejado el auto aquella noche. Al parecer, ya lo tiene identificado y, el viernes pasado, envió diligencias a la Fiscalía para que lo retuvieran y lo lleven a dar declaraciones.

Otra de las pericias claves que tiene es el video de una cámara de seguridad ubicada en la avenida Vaca de Castro que logró captar el momento en el que el chico abordó el taxi. “Una persona le abre la puerta de atrás. Presumimos que aparte del conductor había dos personas más en el auto”.

Benítez también tiene testigos oculares que habrían visto cómo arrojaron el cuerpo de su sobrino, pero no puede dar más información porque la investigación es reservada.

La madre dice que no se cansará hasta encontrar la verdad.Karina Defas

Con los resultados de estas pericias, el tío de la víctima pretende encontrar a los criminales. Presume que los ocupantes del taxi golpearon a Luis dentro del auto hasta quitarle el celular, “pero se les fue la mano”. Si se diera este desenlace, el abogado dijo que la figura debería cambiar de robo con consecuencia de muerte a homicidio.

El dolor no se va

Mientras el abogado de la familia ata cabos para resolver el crimen, Verónica y el abuelo de Luis, Fabián Benítez, continúan llenando el cuarto de la víctima con recuerdos para mantenerlo ‘vivo’. Dicen que era futbolista. Estudiaba arquitectura y apenas le faltaba un semestre para graduarse.

“Al siguiente día de la muerte de mi nieto íbamos a pintar su cuarto, pero se me fue”, dijo el abuelo mientras acariciaba una foto del joven.

En el barrio de Cotocollao, los amigos de Luis Cordero organizaron un campeonato de fútbol como homenaje a él.