El cadáver de Luis Gerardo Guerra Nieto fue retirado de la morgue de Quevedo, provincia de Los Ríos, por una sola persona: su hermana, quien no dijo nada sobre su fallecimiento.

En la casa de Guerra, el supuesto ‘Mesías’ quevedeño, tampoco hubo familiares que se refieran al tema. Una mujer solo dijo: “Arriba hay un Dios, y que la gente hable lo que quiera”.

En la parroquia Venus del Río Quevedo, donde residía el hombre, tampoco se mencionó nada. Incluso los vecinos aguardaban dentro de sus viviendas la llegada del cadáver.

Y es que la mañana del lunes 2 de agosto, la noticia de su muerte se regó como pólvora y en las redes sociales se viralizó el anuncio de su deceso. Esto, luego de estar casi seis días hospitalizado por una herida de bala.

En el anfiteatro de Quevedo solo estuvieron dos personas realizando las diligencias: una fue su hermana y la otra el dependiente de la funeraria. El silencio era total. Ni siquiera se informó cuándo lo sepultarían.

El doctor Gabriel Merelo expresó que la muerte del ‘Mesías’ se registró a las 05:10 y que su estado era grave. Detalló que estuvo complicado desde el primer momento que ingresó al hospital.

Agregó que trataron de referirlo a otra casa de salud, pero no se pudo por lo que lo tuvieron en el hospital de Quevedo, donde estaba con resguardo policial por la presunta agresión contra un agente al que lo atacó con un machete.

Merelo explicó que la bala también había comprometido parte del riñón por lo que se había complicado su salud.

El lunes, a eso de las 05:00, el médico de turno lo atendió cuando hizo una parada cardíaca y le practicó maniobras de resucitación, sin embargo, el paro cardiorrespiratorio terminó con su vida.

Algunos policías que estuvieron custodiándolo contaron que aparentemente quería levantarse para agredirlos, por lo que les tocaba mantenerse un poco alejados para que se pudiera calmar.

El jefe de la Policía, Holger Cortez, acotó que Guerra, al parecer, sufría de problemas mentales y que andaba por las calles de Quevedo diciendo que era un religioso, y por tal motivo se vestía con sotana.

Además, detalló que la agresión al policía Daniel Mero fue “la gota que derramó el vaso” debido a que anteriormente también habría querido agredir de forma verbal a otros uniformados.

Actualmente el estado de salud de Mero es sumamente delicado. Su familia guarda la fe y la esperanza de que salga victorioso y se recupere.

Está en una casa de salud de la ciudad de Guayaquil y solo esperan que empiece a recuperarse del machetazo que recibió en la nuca, el mismo que lo compromete a dejarlo sin movilidad en sus extremidades.

No permitió que lo ayudaran

El 28 de agosto del año pasado, Diario EXTRA publicó una nota exclusiva con los familiares del ‘Mesías’, quienes dijeron que no sabían en qué momento empezó a creerse santo.

Uno de sus allegados exteriorizó que le daba temor su actitud, ya que en ocasiones se desesperaba por el consumo de drogas. Y cuando intentaban ayudarlo no lo permitía. A esto se sumaría la supuesta esquizofrenia que también padecía.

Sus locuras lo tenían alejado de ellos, dijeron en su momento.