El sargento en servicio pasivo Héctor Changoluisa necesita billete para comprar sus medicamentos, pagar la recuperación de su esposa y cancelar un préstamo.

El exmiembro policial asegura que es reconocido por la Ley a los Héroes y Heroínas Nacionales, y solicita que se dé cumplimiento con uno de los artículos de dicha normativa que lo favorece y textualmente dice: “al separarse del servicio activo... adicionalmente tendrán derecho a una indemnización única equivalente a una Remuneración Básica Unificada por cada año de servicio”.

Changoluisa hizo cálculos y, según él, le deben cerca de nueve ‘lucas’. Sin embargo, desde marzo del 2020, cuando salió de la institución, ha intentado obtener este beneficio y no lo entregan todavía.

Trabas y papeleos

Changoluisa, de 42 años, se volvió un héroe luego de salvarle la vida a una aduta mayor que iba a ser atropellada por una camioneta.

Año 2012. El exuniformado se desempeñaba como agente de servicio urbano en Latacunga. Estaba parado cerca de un semáforo en rojo. El conductor del vehículo no vio la señal y se pasó de largo. Changoluisa se percató que el vehículo se dirigía a una anciana que cruzaba la calle y que estaba cerca de él. “La empujé, pero la camioneta me atropelló”.

El hecho se hizo conocido y Diario EXTRA también fue parte de esta historia al levantar notas al respecto y mostrando la realidad que vivía el exagente de policía.

Luego del percance, el hombre permaneció en un hospital por varios meses. Se rompió las rodillas, la cabeza, los dedos y se fracturó la columna. Actualmente tiene una discapacidad física del 32 por ciento.

Changoluisa continuó sus labores en otras funciones hasta terminar con honores la carrera que desde pequeño anheló. “Siempre me gustó ayudar y servir a mi comunidad”. Sin embargo, el sargento asegura que la institución le ha dado la espalda.

Lleva dos años exigiendo que se cumpla con el beneficio económico y no obtiene respuesta. Durante ese tiempo su esposa desarrolló una enfermedad al útero que casi termina en un cáncer. El sargento se endeudó con una cooperativa y ayudó a que su pareja se intervenga quirúrgicamente en una clínica privada.

Por si fuera poco, los medicamentos que debe tomar para su tratamiento, según él, no existen en el hospital de la institución y tiene que sacar de su propio bolsillo para conseguirlos. Changoluisa se ha acercado a la Defensoría del Pueblo para que lo ayuden a tramitar el beneficio.

Proceso legal

Valeria Mena, abogada y experta en temas penales, no entiende por qué el trámite está parado. Según ella, la primera opción que tiene el sargento es realizar un pedido escrito en el que se aclare el por qué no se da cumplimiento con lo que establece la ley. “Si después de 60 días no contestan, eso quiere decir que hay un silencio administrativo”.

El siguiente paso, según la jurista, sería presentar una queja porque están violentando sus derechos. Incluso, Mera añadió que puede iniciar una acción de protección para que le entreguen la remuneración que por justas razones se la merece “por haber sacrificado su vida y actualmente tener un problema de salud provocado por dicho sacrificio”.