La inseguridad es uno de los problemas principales que tendrá que resolver el nuevo presidente de la República, Daniel Noboa, en el corto período de tiempo que tiene para gobernar.

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Dos expertos en el tema concuerdan que es imperioso tratar esto porque la ciudadanía se siente acorralada ante la ola de violencia que han generado las bandas organizadas y, para ellos, el nuevo presidente deberá generar políticas públicas con mano dura para solventar esta problemática social.

Según un informe de la Policía Nacional, desde el 1 de enero hasta el 15 de octubre del 2023 se han registrado 6.005 homicidios intencionales, de los cuales, la mayoría tiene que ver con el crimen organizado.

Alberto Montenegro, abogado penalista y experto en temas de seguridad, explica que las estructuras criminales existen por la falta de oportunidades, educación y empleo, así como el abandono social por parte del Estado. Ante esta realidad, Montenegro argumenta que lo primordial es apoyar a la Policía en equipamiento y talento humano.

“Se debe realizar un estudio exhaustivo sobre sus capacitaciones y mejorar sus condiciones laborales, incluyendo salarios, horarios de trabajo y relaciones familiares y humanas”.

Además, el jurista señala que se debe iniciar de manera urgente una depuración de los funcionarios en la institución porque “existe la posibilidad de que el crimen organizado esté infiltrado”, agrega.

A cumplir promesas

Ana Minga, perfiladora criminal y analista de seguridad, menciona que el nuevo mandatario está obligado a cumplir las propuestas que hizo durante la campaña electoral, en temas de inseguridad. Sobre todo, la creación de la Agencia Nacional de Inteligencia.

Para Minga, este organismo deberá hacer un trabajo exhaustivo con la Fiscalía para investigar de dónde salen los patrimonios injustificados de las personas sospechosas de tener relación con los Grupos de Delincuencia Organizada.

Esto, según la experta, se cumplirá si Noboa trabaja con organismos internacionales como el FBI de los ‘gringos’ o grupos de inteligencia israelí. “Ellos solo pueden dar asesoría de lejitos, pero no pueden intervenir porque no están facultados para hacerlo”.

Control Social

Jhoanna Nasimba, estudiante universitaria, indica que el nuevo Gobierno tiene que controlar a las mafias desde las prisiones porque, según ella, los líderes de estas estructuras gozan de privilegios y también realizan sus operaciones criminales desde adentro.

La joven añade que también se debe generar condiciones sociales y económicas para que las personas no caigan en las redes delictivas de las bandas. “Muchos adolescentes, al no tener oportunidades para desarrollarse, son captados por estas estructuras”.

El empleado privado Juan Carlos Martínez dice que las mafias están enquistadas dentro de la sociedad y la mejor solución ante esto es que el nuevo Gobierno tenga mano dura para trabajar en conjunto con la Policía Nacional y la ciudadanía.

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