Con tan solo 21 años, Luis Joniel Bone Quiñónez se ha convertido en un símbolo de resiliencia y solidaridad en la provincia de Esmeraldas.

Nació en una familia humilde y su vida dio un giro drástico tras el devastador terremoto de abril de 2016, que destruyó su hogar. Lejos de rendirse, Luis tomó este suceso como una oportunidad para ayudar a otros, convirtiéndose en un líder comunitario reconocido.

Hace poco hizo una fiesta de Navidad para niños y jóvenes con discapacidad. Ofreció un espacio inclusivo en el que todos pudieran gozar y sentirse valorados. Reunió a más de 100 pequeños, quienes disfrutaron de actividades recreativas, música y regalos.

“Cada uno de ellos merece ser celebrado y sentir el amor de la comunidad”. Esta iniciativa no solo brindó momentos de felicidad, sino que también fomentó la sensibilización sobre la importancia de incluir a todos en las celebraciones.

“Los sueños se cumplen”

Luis llevó este año su mano solidaria a los siete cantones de Esmeraldas, logrando impactar a 200 personas con la entrega de ayudas técnicas gratuitas, gracias al apoyo de la Fundación Charity Anywhere de Estados Unidos. “Nunca dejen de soñar, los sueños se cumplen”, es el lema que guía su vida.

El joven considera que su madre, Patricia Bone, ha sido un pilar fundamental para aprender el valor del trabajo duro y la dedicación. Ella le ha inculcado la importancia de ayudar a los demás. “Mi madre me enseñó que la verdadera riqueza está en lo que damos a los demás”, comenta.

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Luis cursa el sexto semestre de Educación Básica en la Universidad Técnica de Esmeraldas Luis Vargas Torres. A pesar de su carga académica, su compromiso con la comunidad no flaquea. Coordina donaciones de fundaciones internacionales y establece conexiones con influyentes figuras de toda Latinoamérica.

Su labor altruista no ha pasado desapercibida. Ha recibido múltiples reconocimientos por su contribución a la comunidad, incluyendo menciones de honor por su apoyo durante la pandemia.

Luis no solo se enfoca en la ayuda material, pues su esfuerzo también incluye la sensibilización sobre las necesidades de los grupos vulnerables. Durante la emergencia por COVID-19, su labor fue crucial para brindar apoyo a quienes más lo necesitaban.

El impacto de Luis va más allá de su comunidad inmediata. Su historia ha resonado en toda la provincia, convirtiéndose en un ejemplo de lo que significa ser joven y comprometido.

Es un verdadero testimonio de que el espíritu humano puede sobreponerse a la adversidad con esperanza y acción.

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