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¡No escaparon del monóxido de carbono!
Dos personas fueron halladas sin vida, en el norte de Quito. Hubo dos sobrevivientes: una niña y una adulta mayor, familiares de las víctimas.
Una niña fue encontrada moviendo las manos de su madre y llamándola por su nombre. Esperaba que le contestara, pero estaba muerta.
Lizeth Llamuca, empleada doméstica, y Germán Obando, propietario de la vivienda ubicada en el sector de Agua Clara, en el norte de Quito, murieron tras inhalar monóxido de carbono, la tarde del miércoles.
La pequeña, de 5 años, y la madre del dueño de casa escaparon de la ‘muerte silenciosa’.
El padre de la menor, como de costumbre, fue a retirarla de su escuela en Calderón; sin embargo, la profesora le había dicho que ya había sido retirada por su madre, en la mañana.
El hombre fue hasta la vivienda en la que Llamuca, su exconviviente, trabajaba. Tocó el timbre y nadie salió. Golpeó la puerta y no hubo respuesta.
El hallazgo
En ese momento llegó una de las hijas de Obando, quien también le había estado llamando por teléfono y no le había contestado. Ambos ingresaron por otra puerta al patio y desde ahí vieron por una de las ventanas a la pequeña que intentaba despertar a Llamuca, de 33 años, quien permanecía tendida en una cama.
Rompieron los vidrios para poder ingresar y vieron a la menor que empezó a caminar tambaleándose, se acercaron a Llamuca y no tenía signos vitales. Luego entraron a otro dormitorio en el que se encontraron con el cadáver de Obando. Llamaron al ECU 911.
Hasta que llegaran los equipos de socorro, los alertantes sacaron a la niña y a la madre del fallecido, quien también sobrevivió y descansaba en su dormitorio.
Personal del Cuerpo de Bomberos llegó a investigar el hecho y se determinó que la causa habría sido por inhalación de monóxido de carbono.
El teniente Edwin Parra, encargado de la unidad de materiales peligrosos, explicó que luego de realizar las pruebas de campo concluyeron que un calefón que estaba dentro del domicilio había emanado el gas tóxico. “Esto pudo haber sido por una mala combustión, pero eso se sabrá luego del análisis”.
La otra posibilidad es que las conexiones estaban desgastadas y de a poco el monóxido se fue acumulando en la planta baja, donde permanecían las víctimas. Ante esto, el teniente recomienda instalar los calefones afuera de los departamentos o en la terraza.