Un espíritu se enamoró, siguió y acosó a Cristina Giler en su propia casa, después de realizar el tour San Valentín del Terror por el Cementerio San Diego, ubicado en el barrio del mismo nombre, en el Centro Histórico de Quito.

El recorrido de casi 3 horas por las tumbas del camposanto, que inició a las 00:00 y terminó casi a las 03:00 del sábado 12 de febrero de 2022, se convirtió en el inicio de su pesadilla. Por unos 6 meses el ente se quedó en su casa y se presentaba por las noches, cuando ella estaba sola.

“Al tour fui con mi esposo y fue tranquilo. Lo raro inició el domingo en mi casa. Estaba acostada de lado en mi cama y sentí que sobaron la espalda, sentí unos dedos. Y al siguiente día (lunes) me jalaron las sábanas con las que estaba arropada. Me quedaba sola porque mi esposo viajaba por su trabajo”, reveló con asombro.

Estos primeros acontecimientos, más los sonidos de pasos y de cosas cayendo al piso, ocasionaron que se preguntara: “¿hay alguien más en mi casa?”. Sin embargo, su preocupación aumentó cuando el espectro se atrevió a susurrarle en la oreja.

“Con los días todo fue tomando fuerza. Al tercer día sentí que me sacó el cabello de mi oreja y me dijo: te amo. Salté de la cama y empecé a gritar insultos porque me asusté. Sentí clarito su respiración y su voz era bien masculina, tenía un tono fuerte”, acotó.

Hasta ese momento, debido a que estaba asustada, había perdido el sueño, le costaba conciliarlo y al mínimo ruido saltaba como resorte. Pero el espectro después se le presentó y eso ocasionó que saliera corriendo a la casa de sus padres, ya que vivían cerca.

Según la descripción de Cristina, el espíritu tenía una altura de unos 2 metros, era exageradamente robusto y sus piernas y brazos eran alargados, en comparación a la anatomía del ser humano.

“Como estaba con la luz apagada solo vi su silueta. Se paró en frente de mi cama y luego de unos treinta segundos se me lanzó encima, al punto que no me podía mover. Sentía que una persona estaba encima mío. Después de eso salí de mi casa, pero al día siguiente regresé y tiré agua bendita por toda la casa, eso me recomendó un sacerdote”, aseguró.

Los acontecimientos raros no desaparecieron de su hogar, por lo contrario, estos episodios aumentaron, al punto de que el ente se atrevió a abrazarla.

“En la última noche que pasamos en esa casa estaba acostaba de lado en mi cama y sentí que se acostó atrás mío. Me abrazó y le sentí todo, sentí que era un hombre, sentí su parte íntima, lo sentí totalmente. En ese momento me di cuenta de que esa cosa no iba a parar, porque incluso ya me despertaba con moretones grandes entre mis piernas”, dijo apenada.

Después de pasar por terroríficos episodios por el transcurso de unos seis meses, Cristina Giler convenció a su pareja para cambiarse de casa, aunque los episodios no se detuvieron en su nuevo domicilio. Fue por aquello que para librarse del espectro tuvo que someterse a limpias espirituales y asistió a retiros.

Rafaela Álvarez, especialista en casos paranormales, explicó que existen espíritus que se alimentan de las energías sexuales de las personas.

“Los entes empiezan a seguir a las personas que tienen bastante energía sexual, que son amantes a esta práctica. Cuando los entes encuentran a una persona que está llena de estas energías la empiezan a seguir”, dijo.

Además, acotó que existen dos tipos de demonios sexuales. “Los íncubos tienen la apariencia de un hombre y buscan las mujeres, mientras que los súcubos parecen mujeres y buscan a los hombres”.