Janeth Párraga, propietaria y cocinera del local Mi toque manaba, ubicado en la Alborada XII etapa, en el norte de Guayaquil, quiere hacer un ‘cacerolazo’, y no precisamente para protagonizar una protesta.

Al contrario, quiere festejar que el encebollado, plato que prepara en su negocio, es la segunda sopa más rica del mundo, según el portal gastronómico TasteAtlas.

“Así como se recuerda el 7 de noviembre de 2001, fecha en la cual la Tri clasificó a su primer Mundial; o el 9 de noviembre de 2013, día en el que Constanza Báez quedó en tercer lugar en el Miss Universo 2013; de la misma forma hay que tener presente el 28 de junio de 2023, pues del puesto 25 subimos al segundo”, dice la portovejense.

(Te invitamos a leer: Encebollado, el plato que ahora podrá viajar por todo el mundo)

Para ella, el encebollado no solo es su sustento, considera que la sopa podría ser nuestra ‘bandera’, gastronómicamente hablando. “Sería nuestro símbolo”.

Al militar retirado Víctor Hugo Rodríguez, la noticia no le sorprende, pues afirma que este plato lo preparan mucho en el exterior; lo ha comido en más de 70 países y sus cocineros son migrantes ecuatorianos.

Ha viajado 15 años a bordo del Buque Escuela Guayas, el velero de la Armada Nacional, y en cada puerto no encontró un amor, pero sí un encebollado.

“Lo comí en Alemania, Egipto, Nueva York, Irlanda del Norte, Grecia, Dinamarca, Perú, Chile, entre otros, pero el mejor es el de Guayaquil”, indica el ‘encebolladólogo’.

Respecto a los precios, el más caro fue el que probó en Alemania. Pagó 20 ‘latas’, por eso opina que Ecuador es un paraíso, pues acá lo saborea en $ 2. “En Perú lo preparan, pero no como el de aquí, allá es seco, sin caldo”, señala el ‘catador’ criollo.

Antes de dar clase en un plantel del sur porteño, el licenciado Miguel Zamora se ‘pega’ su sopita para resistir la jornada. Revela que si consume una porción con arroz (su acompañante predilecto), puede aguantar sin comer hasta llegar a ‘caleta’.

Asimismo, menciona que tiene parientes en los EE. UU. e Italia y cuando ellos vienen, lo primero que hacen es degustarlo y congelarlos para llevárselos a su país de residencia. “Unos 20 platos se llevan congelados”, asevera Zamora.

Hasta el establecimiento de Elías Macías, picantería El Colorado, en la 13 y Huancavilca (suburbio), va Esther Mena, de 65 años.

Todos los días ella se asoma con un recipiente que parece lavacara. “Me llevo cuatro platos bien llenos y con yapa, acá vengo unos 12 años”, declara la adulta mayor, quien opina que este plato es sabor, nutrición y ahorro.

En la picantería hallamos a Alberto Briones, de 50 años, quien aparenta menos edad. Su acompañante recalca que es por el encebollado. Él sufre cuando viaja por 15 o 20 días fuera del país. “Uno vuelve como loco a comer y disfrutar hasta de la última gota”.

De igual manera, confiesa que cuando lo visitan sus panas extranjeros, él les invita a ‘cucharear’ el platillo. “Gringos e italianos lo han saboreado, no se quieren ir de aquí y preguntan: ¿cómo lo hicieron?, quieren comerse dos cada uno”.

Jorge Aquino, más conocido como Sacadito, asevera que él no ‘se la saca’ ante este caldo, el cual considera rendidor. “Con $ 3 comemos mi hijo, esposa y yo, hasta los perritos”. Él lo consume pasando un día, aunque confiesa que lo ‘jamearía’ a diario.

Para Steven Gómez, cocinero y dueño de la picantería Khalifa, situada en 6 de Marzo, entre Argentina y General Gómez, en el sur porteño, el encebollado es una marca, es identidad que sale al mundo. Sus sabores también han ‘pescado’ paladares extranjeros, venezolanos, colombianos, brasileños y chinos.

Para él, no hay quien se resista a esta delicia, la cual, según Steven, unió a dos clases sociales, la ‘chira’ y la ‘pelucona’, pues ambas la degustan, así como el costeño y el serrano. En resumen, el encebollado une. 

Ingredientes: 

2 libras de albacora, 2 yucas, 4 tomates, 2 pimientos verdes, 3 cebollas coloradas, 2 ramas de apio y 10 de hierbita, 4 dientes de ajo, 12 limones, 1/2 taza de aceite, pimienta, comino y sal.

Preparación: 

1. Hervir el pescado en un caldo con tomate, pimiento, cebolla colorada y apio.

2. Añadir pimienta, ajo, comino y sal. Una vez cocida la albacora, que se enfríe y hágala trozos. El caldo de cocción licuarlo y reservarlo (déjelo a un lado).

3. Corte la cebolla en juliana y cúrtalas con sal y limón, luego aceite y cilantro picado.

4. Cocer la yuca en parte del caldo de cocción del pescado, una vez lista, córtela en trozos.

5. Armar el plato: la yuca sobre el pescado, luego la cebolla curtida y al final el caldo. ¡Buen provecho!

El encebollado es parte de la vida de los ecuatorianos. Hasta ha inspirado a músicos nacionales, quienes han compuesto y cantado melodías en su honor. Una de ellas es la canción El caldito,  de Raúl y su combito, junto a Betoman, Juanze y Héctor Napolitano. El himno para los que están 'ajumados' o con chuchaqui. Ellos celebran al 'levantamuerto', que los 'sana' de la resaca. 

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