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La madre del joven ha sido importante para él por su comprensión y apoyo para que logre ser más independiente.Amelia Andrade / EXTRA

La emotiva historia de Héctor Macías, un joven de Durán con un potente mensaje de inclusión

El comunicador social, de 26 años, demuestra que tener discapacidad visual no le ha impedido alcanzar sus metas en la vida

Es un buen conversador, con ocurrencias graciosas cada cuantas frases y una sonrisa que brinda generosamente a quien charla con él. Héctor Jesús Macías Gorotiza vive con un optimismo genuino. Pero también demuestra firmeza cuando habla de inclusión. Es tajante en aclarar que tener una discapacidad visual no le ha impedido ir logrando sus metas.

En estos días, el joven de 26 años está ansioso y alegre. Y la razón de esa felicidad es que se acerca su ceremonia de graduación universitaria. “Es un formalismo”, reconoce, pues su título de comunicador social ya está registrado oficialmente. Pero eso no le quita lo estupendo al abrazo y apretón de manos que seguramente le darán sus profesores cuando llegue ese momento.

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Al imaginarse en la graduación también se le viene a la cabeza el recuerdo de su día de sustentación. Nervioso antes de exponer, pero seguro y desenvuelto mientras más se le iba soltando la lengua. “Yo hice mi proyecto, sabía de lo que estaba hablando”, comenta entusiasmado.

El mensaje que tiene por decir a la sociedad y a quien le da esa oportunidad es sencillo, pero contundente: “Todos podemos, no es necesario que tengamos los sentidos completos para que digan, ‘este sí puede’... Que digan, ‘este tiene un color de piel’, ya sea blanco o qué sé yo, para que digan que va a primera fila... La cosa es que todos somos iguales y todos podemos”, expresa con carácter.

  • Aficionado radial

Héctor tiene dos vocaciones que significan mucho en su vida: el periodismo y la música. En el primer ámbito cuenta que, si bien desde chico le llamó la atención comunicar lo que sucede y “ser el portavoz de aquellos que no tienen voz”, se inspiró con el trabajo de Carlos Luis Morales, el exfutbolista y presentador de noticias que falleció en junio de 2020.

Una de sus metas es ser locutor y presentador de noticias.Cortesía: familia

Del comunicador le impresionó su humildad, dice. Y escucharlo leer las noticias le transmitió energía para confirmar que deseaba seguir la misma profesión.

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Héctor Jesús es un apasionado por el mundo de la radio. Su meta es convertirse en un locutor de gran destreza para informar lo que está sucediendo en el país. ¡Y vaya que tiene madera! Su diálogo es fluido, no se traba ni deja ‘morir’ la plática así nomás.

Con esa misma soltura verbal también le ha tocado reclamar por sus derechos, pero siempre con educación y respeto. Más de una vez tuvo que recordarle a conductores de buses que debían cobrarle la tarifa preferencial. Nada más ni nada menos, solo lo justo.

El Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) y el Municipio de Durán brindan atención a 210 personas con discapacidades en esa ciudad.

Esos recordatorios a los conductores fueron parte de sus anécdotas durante su época de estudios en la universidad. Resulta que a diario viajaba de su natal Durán hasta Milagro y viceversa, pues fue estudiante de la universidad estatal en ese cantón de la provincia del Guayas.

Unas veces se desocupaba tarde de sus clases y tareas. Entonces alcanzaba el bus con las justas o a veces le tocaba ir más lejos para tomar una unidad de otra cooperativa. Pero siempre había alguien dispuesto a ofrecerle su ayuda si lo necesitaba. Asegura que el Señor le ponía ángeles en el camino, pero también disfrutaba su libertad para desplazarse.

  • La independencia y la música

Al contar su historia de vida, parte de su mensaje lo dedica a lo indispensable que resulta ser independiente. Y eso tiene que ver con que para una persona con discapacidad es importante que le permitan hacer las cosas cotidianas sola, en la medida de sus posibilidades.

“Todos somos iguales, todos podemos. Así nos falten uno o dos sentidos, no dejamos de ser seres humanos. La independencia son las alas que un águila necesita para poder volar, porque la sobreprotección viene a ser como algo que corta las alas”, reflexiona.

Agradece a su madre, Marlene Gorotiza, por el apoyo en ese paso importante que es tener más independencia. Ella al principio lo acompañaba en los viajes a Milagro, pero después le fue dando confianza hasta que ya iba y venía solo.

Al hablar de ello, Héctor sonríe porque se le cruza otra anécdota para contar… la vez en que fue al espectáculo de los juegos pirotécnicos en el malecón Simón Bolívar. Era julio de 2018, en plenas fiestas de la fundación de Guayaquil, y quiso cumplir ese sueño de estar presente mientras se lanzaba al cielo la pirotecnia.

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“Yo hasta soñé que iba y regresaba sin problemas. Le dije a mi mamá que quería ir y lo comprendió. Fui hasta allí, estuve en la sesión solemne, escuché los juegos pirotécnicos y me quedé hasta la noche. Fue inolvidable para mí, porque pude llegar y regresar”, recuerda emocionado.

El momento después de que sustentó su proyecto universitario de grado.Cortesía: familia.

También está ligado a la música. A los 11 años, una tía le regaló una guitarra y desde ahí no se ha despegado de ella. Aprendió a entonar canciones que principalmente están enfocadas a resaltar al Creador.

En abril de este año asumió un nuevo reto. Siempre acostumbrado a la guitarra, le propusieron ser el bajista en una banda musical integrada por otras personas con discapacidad. En esa agrupación, llamada Arte Haciendo, ha tenido tres presentaciones y numerosos ensayos.

“Fue algo nuevo para mí. Siempre había estado acostumbrado a la guitarra, pero poco a poco me fui adaptando al bajo y ahora ya puedo tocarlo mucho mejor”, cuenta.

Su incursión en la banda nació de un programa en conjunto entre el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) y el Municipio de Durán, cuyos especialistas van a las viviendas de personas con discapacidad dos veces por mes para brindarles atención en el hogar.

Héctor se abre paso por la vida enorgulleciendo a los suyos, derrumbando esas barreras que levanta la sociedad a la que invita a ser más inclusiva, más humana. Ahora prepara su hoja de vida para trabajar con optimismo por delante.

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A escala nacional, el MIES ha atendido a 34.827 personas con discapacidad.

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