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Ecuatorianos: desterrados al Darién punta de ‘vacunas’
Familias ecuatorianas huyen de los extorsionadores en nuestro país, pero al atravesar la selva del Darién, en su trayecto hacia EE. UU., terminan asaltados. Compatriotas no pueden salir de un albergue panameño por falta de dinero.
“De Guatemala a Guatepeor”. Así resumen los migrantes ecuatorianos que dejaron todo en el país por culpa de los extorsionadores y han atravesado el temido Tapón del Darién. Ahora sufren al estar lejos de su familia, ya que en la selva panameña han sido asaltados hasta el punto de estar cara a cara con la muerte.
EXTRA recoge las dramáticas historias de compatriotas que, entre lágrimas, relatan el sufrimiento que vivieron en medio de la jungla, pero abrigan la esperanza de que la situación cambiará al llegar a su anhelado destino.
Para Wilmer Zambrano, de 51 años, más de treinta años de un próspero negocio de enderezada y pintura de vehículos fueron destruidos por los ‘vacunadores’, quienes le pedían reunir 15.000 dólares en una semana y entregárselos a cambio de seguridad y dejarlo trabajar en paz.
No tuvo otra salida. Agarró a su familia, conformada por siete personas, y salió de Quito con destino a Estados Unidos.
Actualmente se encuentra varada en el refugio San Vicente, en Metetí, Panamá, a la espera de poder seguir su camino.
Los extorsionadores, cuenta Wilmer, primero le exigían $ 300 a la semana en su negocio.
“La razón por la que huyó de Ecuador es por la delincuencia y la extorsión. Di el dinero durante varios meses, pensé que iban a parar, pero luego me dieron una semana para pagar 15.000 dólares, me advirtieron que si no lo hacía atacarían a mi familia. Me mandaron fotos hasta de mis hijos. Sinceramente, no tenía esa cantidad; unos abogados y hasta un amigo policía me recomendaron que mejor me vaya del país”, cuenta Wilmer, quien viaja con su esposa, sus tres hijos, su cuñado Jonathan Tejena y otras personas.
El terror, como sombra, ha seguido a Wilmer y su familia. En medio de la selva del Darién fueron asaltados por grupos criminales que están asentados en la zona. “Se nos llevaron todo el dinero que traíamos y también las pertenencias. Ahora esperamos que algún familiar pueda tener plata y nos mande para seguir”, comentó Tejena, quien viaja con su esposa e hijo.
Hasta que eso suceda, ambas familias no pueden dejar el encierro en el albergue.
TODO POR SU PEQUEÑA HIJA
Una historia similar es la que vive Anderson, de 21 años, quien apenas pensaba en dedicarse a estudiar, pero tuvo que dejar todos sus sueños para buscar un mejor futuro en EE. UU.; sin embargo, hasta ahora solo le ha tocado tragar amargo.
“En la selva vi muertos, gente totalmente descompuesta y otras que suplicaban por ayuda. Fue una experiencia terrible, ahora solo quiero conseguir el ‘sueño americano’”, comentó el joven compatriota.
Con temor confiesa que también fue víctima de las ‘vacunas’ en Ecuador. “Tenía mi trabajo, no era millonario, pero tenía mi carro y vivía bien, pero me empezaron a extorsionar con que dé 5.000 dólares. Por eso y por la situación del país decidí huir”, manifiesta con voz quebrada.
La principal motivación de este joven para abandonar el país fue su hijita de 2 años. “La extraño, pero espero darle una vida digna. Por eso quiero llegar a Estados Unidos y poder mandarle dinero desde allá”.
Otros ecuatorianos relatan que la inseguridad y la falta de oportunidades laborales en el país los obligaron a migrar.
La mayoría confiesa estar arrepentido de haber pasado por el “infierno del Darién”. Sin embargo, tiene fe de que podrá llegar hasta su destino y ayudar a los suyos en Ecuador.
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