Las cifras de muertes violentas continúan incrementándose en el país, sobre todo en la región costera. Y aunque pareciera mentira, en Esmeraldas, una de las provincias más violentas del Ecuador, la cifra disminuyó, de enero a julio de este año, en comparación a los datos de 2022.

En el mismo período, en El Oro este número se triplicó y según expertos el 2023 podría terminar con 600 ‘muñecos’. En Manabí, tanto en 2022 como en 2023, los distritos Manta y Portoviejo son los más conflictivos. Dentro de las estadísticas está la muerte del alcalde Agustín Intriago, la cual conmocionó a la nación entera.

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En Santa Elena, de un año a otro los crímenes se duplicaron, pese a que en abril y mayo de 2023 la provincia fue declarada en estado de excepción. Los Ríos también tiene su alza en criminalidad. Aquí la mayoría de los asesinatos se deben a la disputa de territorio por venta de drogas.

En Guayas, específicamente en la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), de 881 muertes suscitadas en el primer semestre de 2022, se pasó a 1.525 en el mismo período del presente año. Así van los números ‘rojos’ en Ecuador.  

En el primer semestre de 2023 han ocurrido 221 asesinatos en toda Esmeraldas. Si la tendencia se mantiene, podría cerrar el año con más de 480 casos.

En el mismo lapso de 2022 se contabilizaron 282 crímenes. Es decir, los primeros seis meses de 2023 en Esmeraldas terminaron con 61 casos menos en comparación al mismo periodo de 2022. Si esta tendencia se mantiene, Esmeraldas cerrará este año con una tasa superior a las 90 muertes por cada 100.000 habitantes.

Iván Segura, de 34 años, y Antonio Peñarrieta, de 42, quienes trabajaban realizando fletes, fueron las víctimas más recientes de la violencia en esta provincia.

La mayoría de las muertes violentas están relacionadas con ajustes de cuentas entre bandas criminales, dicen las autoridades. (LCH)

Hasta ahora la provincia registra 469 crímenes. En el mismo período del 2022 se dieron 226 casos, es decir que hay un aumento de 243 hechos.

Al igual que en 2022, este año los distritos Manta y Portoviejo encabezan las cifras violentas. Pedernales ocupa el tercer lugar, que el cantón Chone tenía el año pasado.

Tras la muerte del alcalde de Manta, Agustín Intriago, y la deportista Ariana Chancay, Manabí fue declarada en estado de excepción. En el decreto se adjuntó un informe que detalla que más del 94 % de las muertes violentas corresponden a la acción criminal, siendo el asesinato el crimen de mayor porcentaje: 97,9 %. La muerte número 469 fue la del menor Yanhervis (8 años), de nacionalidad venezolana. (AG) 

Masacres en casas, desmembrados y un sinnúmero de crímenes han marcado los primeros siete meses del 2023. La causa, en su mayoría, es la lucha de territorio para la venta de drogas.

Según Dinased, en 2022 se perpetraron 218 muertes y en 2023 creció la estadística a 483. El distrito Quevedo-Mocache, al norte de Los Ríos, es uno de los más sanguinarios, con 174 muertes violentas, seguido de Babahoyo (con 104), Puebloviejo-Urdaneta (69), Buena Fe-Valencia (60), los cantones Ventanas-Quinsaloma (45) y Vinces-Palenque (29).

Entre los sectores más conflictivos de Quevedo consta la 21 de Enero, Playa Grande, Galo Plaza y 20 de Febrero. Wilfrido Mayorga es la víctima 107 del Distrito Babahoyo. Desconocidos le pegaron cuatro disparos. (DV-TOF) 

El 31 de julio, Michelle Salas, de 25 años, se convirtió en la víctima 119 de asesinados a bala en lo que va de este año en la provincia. La cifra superó los 108 homicidios ocurridos en todo 2022.

Hasta julio del año pasado, los crímenes en la Península sumaron 52, es decir que en este 2023 se duplicaron, a pesar de que durante los meses de abril y mayo esta provincia fue declarada en estado de excepción.

Desde que se levantó la medida (junio y julio), ya suman 43 los asesinatos. Según la Policía, la mayoría de casos estarían relacionados al narco y microtráfico de drogas. Los meses de marzo (con 27 asesinatos) y julio (26) se han convertido en este 2023 en los más violentos. (JL)

El 30 de julio pasado, El Oro alcanzó las 341 personas ‘viradas’. La cifra casi triplica las estadísticas de los siete primeros meses de 2022, cuando hubo 119 asesinados. Según agentes de Dinased, si la tendencia sigue creciendo es probable que se llegue a casi 600 muertes violentas al finalizar el año.

La última persona en ser liquidada fue Digna Vargas, de 25 años. Recibió cinco tiros mientras estaba en una esquina del centro de Huaquillas, el tercer cantón más violento de la provincia después de Machala y Pasaje, y donde actualmente sus habitantes piden declarar el estado de emergencia, por los últimos seis asesinatos que se dieron el pasado fin de semana. Aunque cabe recalcar que la semana más violenta del 2023 fue la segunda de marzo. (FC)

Las muertes violentas sucedidas en Ecuador desde el 1 de enero hasta el 31 de julio de 2023 llegan a 3 575. Esta cifra rebasa en un 74,73 % los asesinatos cometidos en este mismo período del 2022, cuya cifra fue de 2.042.

Las proyecciones no son nada alentadoras. Según Renato Rivera Rhon, coordinador del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado, institución que proporcionó las cifras, si se mantiene la tendencia de asesinatos y homicidios intencionales, Ecuador cerrará el año con 30 o 35 muertes violentas por cada 100.000 habitantes.

“Esto quiere decir que Ecuador se va a convertir en uno de los países más violentos de América Latina y el Caribe, y eso es sumamente preocupante porque pasamos de ser el segundo país con menor tasa de homicidios en 2017, detrás de Chile, a ser uno de los más peligrosos”, asevera.

Rivera precisa que las dinámicas delictivas varían en cada provincia. En el caso de Esmeraldas, según el experto, la ola de muerte y violencia está estrechamente ligada al tráfico de sustancias estupefacientes. Los Ríos y Santo Domingo son importantes centros de almacenamiento de cocaína. Mientras que Guayas, Manabí, Santa Elena y en menor medida El Oro son centros de salida de drogas. (LCH)

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