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Margarita espera conseguir trabajo para ayudar a sus hijos.

¡Ya solo le falta un trabajo digno!

Gracias a la mediación de EXTRA, Margarita se libró de un tumor que deformaba su rostro.

Está feliz. El tumor que la atormentaba desde hace años desapareció de su rostro. Ahora, Margarita Mayancela solo debe seguir las instrucciones médicas para que su salud mejore día a día.

Ella está eternamente agradecida con Dios, con la clínica Guayaquil, Diario EXTRA y en especial con el cirujano plástico Vicente Cabrera que extirpó el tumor que tenía en su frente y reconstruyó lo que se pudo de su rostro.

El miércoles 25 de julio se publicó el drama que padecía esta madre. Dos días después ingresó a la clínica. El 16 de agosto la operaron. Tras una cirugía de aproximadamente 4 horas, pasó al área de recuperación.

“Pero, en mi desesperación de saber cómo había quedado, cogí un espejo y vi mi cara toda hinchada. Me puse a llorar porque pensé que iba a quedarme así. Al otro día no podía ver a nadie, ni a la doctora, escuchaba solo su voz. El doctor me revisó y me dijo que era normal porque estaba hinchada”, narró Mayancela.

Recuerda que como a los tres días se le deshinchó un poco el rostro, y se vio una cosida muy extensa que iba desde la frente hasta una de sus orejas. Ocho días abandonó el centro médico.

“Gracias a Dios me atendieron muy bien. Estoy contenta y tengo la esperanza ahora sí de conseguir un trabajo”.

Según Margarita, cuando era pequeña supuestamente le picó un insecto que, con el pasar del tiempo, le deformó el lado derecho de su cara.

El cirujano plástico Vicente Cabrera, quien la operó, aclaró que ella lo que tiene es una patología que se llama Neurofibromatosis. Es una enfermedad autoinmune, que va destruyendo poco a poco los nervios faciales.

Lea la historia completa en la edición impresa de EXTRA.