Ni la brujería pudo derrotar al republicanismo de Donald Trump, quien se proclamó ganador de las elecciones en Estados Unidos y volverá a la Casa Blanca, tras una reñida campaña electoral, para convertirse en el presidente número 47 de la ‘Yoni’. Y no es broma. Días antes de los comicios, medios de comunicación informaban sobre una reunión por Zoom en la que participaron unas 100 brujas, con el objetivo de atacar al excandidato republicano.

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El periódico ‘Toronto Star’ informó sobre un grupo de aproximadamente 100 brujas que se reunió por Zoom para atacar a Trump en el plano espiritual. “Armadas con velas naranjas, cartas del tarot y una foto no muy favorecedora del expresidente, lanzaron un hechizo para bloquear su regreso a la Casa Blanca. Las últimas palabras de su ritual sincronizado -‘¡Estás despedido!’- resonaron mientras la imagen de Trump se quemaba hasta los cimientos”, publicó el periódico ‘Toronto Star’.

Por su parte, ABC News en Alabama reportó que una bruja escribió en un foro de la red social Reddit que sus hechizos no funcionaban como antes y que pensaba que eso se debía a que muchas personas estaban orando. “Por lo tanto, tiene un escudo, uno endeble, por supuesto, pero un escudo al fin y al cabo. (Estoy tratando de encontrar una manera de crear hechizos que puedan evitarlo, pero es difícil)”, escribió la hechicera.

Incluso, el denominado ‘Nostradamus de las elecciones’, Allan Lichtman, historiador que había asegurado la victoria de los demócratas, falló con su sistema de predicción ‘The Keys to the White House’, algo inédito, ya que no había fallado en ninguna predicción presidencial desde 1984.

Más allá de que Trump tenga o no algún escudo o amuleto ‘curado’ contra hechizos, el magnate superó los 270 votos electorales necesarios para proclamarse vencedor frente a su rival, la candidata demócrata y vicepresidenta del Gobierno, Kamala Harris.

“El éxito nos va a unir y vamos a empezar poniendo a Estados Unidos en primer lugar. No los defraudaré”, dijo durante un discurso de menos de media hora en el centro de convenciones de Palm Beach (en la costa este de Florida).

“Este día será recordado para siempre como el día en que el pueblo estadounidense recuperó el control de su país”, sentenció ante una multitud en la que abundaban las gorras rojas y destacaban los rostros de Elon Musk, el hombre más rico del mundo y un súbito y ferviente admirador; el presentador Tucker Carlson; o Robert F. Kennedy, célebre teórico de la conspiración antivacunas y descendiente repudiado de una legendaria dinastía demócrata.

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