En el año que terminó hubo predominio de lo digital en el ámbito comercial, con negocios y emprendimientos que se activaron más por internet, tendencia que parece expandirse en este 2024.

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Los medios tecnológicos ya forman parte de nuestra vida diaria. Cada vez es más significativa la utilización de plataformas electrónicas. Lo hacen tanto las personas como las empresas y las instituciones públicas o privadas.

Desde un sitio web o por aplicaciones no solo se comunica. Por estos se puede negociar, conseguir artículos o alimentos, brindar servicios, distracción, entre otras actividades. Así, es tan común que se difundan catálogos digitales o se aplique al sistema de educación en línea, y en muchas actividades el comercio electrónico va de la mano con los locales físicos.

Pero también la ‘pípol’ le va ‘poniendo el ojo’ a lo que los algoritmos pueden pronosticar. Y es que la inteligencia artificial (IA) ya es un tema en boga entre estudiantes, docentes, profesionales, empresarios y tiene relevancia entre emprendedores.

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Lo que empezó por un ‘accidente’ casero en plena pandemia, cuando se dedicó a hacer rollos de canela para sus seres queridos, hoy tiene a Paula Idrovo súper atareada con su emprendimiento, The Smart Roll. Luego de que su familia le dijera que ahí había una oportunidad de negocio, Paula se lanzó al ruedo. WhatsApp fue su primer aliado, le siguió Instagram y después TikTok. Luego vino su local físico, en el Sports Garden Guayaquil, junto al Albán Borja, que abre sin descanso de lunes a domingo.

Pero perfeccionista con su producto y consciente de que la capacitación y la tecnología son el camino, Paula le apunta ahora a la actualización con cursos de marketing y brandy social, lo que le permitirá desarrollar y mejorar contenidos para su marca en redes sociales. “Este es un producto excelente”, dice sobre sus cinnamons rolls (rollos de canela), al tiempo que cuenta que “ahora le apuntaré a las redes sociales con todo, la meta para este año es hacer crecer la marca”, visualiza esta joven emprendedora de 22 años.

Mauro Rojas, presidente de la Asociación de Emprendedores del Ecuador, sostiene que las actividades en internet son las que están en vigencia.

“Hay que aprovechar las diferentes plataformas digitales, pero hacerlo con criterio”, acota el emprendedor y enfatiza que se las debe utilizar inteligentemente para hacer alguna venta, para una videoconferencia, para mostrar el producto.

Hay cierta aplicación para mensajería a modo de tienda, cuyo enlace se puede pasar a los contactos como una forma de exponer el producto.

Rojas explica que se debe aprender a manejarlas, porque también hay un amplio abanico de problemas, como las estafas por medios digitales a las que pueden enfrentarse quienes incursionan en el inmenso ‘mar’ de lo online.

Rojas recomienda aprender el manejo de todo lo relacionado con las aplicaciones, porque “no toda plataforma funciona para todo”.

Por medio de estas herramientas, en la asociación mantienen continuas capacitaciones a emprendedores, profesionales y asesores acerca de cómo formalizar su negocio, el uso idóneo de las apps y sobre trucos para estar ‘pilas’ ante algún ‘avivato’.

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Desde una isla de un centro comercial en el corazón de Guayaquil, mostrando recuerdos, adornos, bisutería y más artículos, en su mayoría trabajados en porcelana fría, Cinthya Murillo, de Ardilla Estudio, dice que para quienes ofrecen productos es importante tener un espacio físico, aunque también deben difundir sus productos en línea. Esa es la onda.

Esta diseñadora y maestra de arte sostiene que los emprendedores deberían conocer el manejo de las herramientas tecnológicas, porque “brindan facilidades”.

Murillo cuenta que durante la pandemia mostró sus productos en redes sociales y lo sigue haciendo. Por las plataformas difunde los catálogos de sus diseños exclusivos y de edición limitada. Así como ha hecho ventas de manera física, no tiene problema en recibir pagos en línea.

Además, por internet da clases y para este año tiene programadas tres ‘master class’ para aquellos estudiantes que ya han aprendido de su labor. Por esa vía ofrece el material para trabajar.

Esta emprendedora considera que “la actualización y el constante aprendizaje son importantísimos”, porque todo va evolucionando. Incluso, ella ya echa mano de la inteligencia artificial y la incorpora para crear mensajes automatizados, no solo escritos sino visuales.

“La inteligencia artificial (IA) ha irrumpido con éxito en todas las tareas humanas. Desde noviembre de 2022 que salió la primera aplicación exitosa, que es ChatGPT, ha habido un boom y se ha incorporado rápidamente a las actividades empresariales y de los profesionales”, sostiene Fernando Sandoya, profesor de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), de la Universidad de Guayaquil y empresario que desarrolla IA para negocios.

Esta herramienta aumenta la competitividad de profesionales, empresarios y de todos, porque amplifica las capacidades. No hay que temerle. “Por el momento estas herramientas son valiosas y tenemos que usarlas para hacer nuestro trabajo más eficiente, más productivo”.

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En 2024, explica el catedrático, se espera que la IA sea un factor clave para los emprendimientos, porque permite un sinnúmero de cosas, entre ellas la automatización y utilización de procesos, porque los algoritmos aprenden de los datos.

Las aplicaciones de IA permiten tomar mejores decisiones. Por ejemplo, en una empresa productiva la IA puede ayudar a automatizar la forma de crear los productos, desde la gestión del inventario hasta la atención al cliente, ahorrando tiempo.

Los algoritmos pueden pronosticar cuál es la demanda de cada artículo, para así definir cuánto producir. Todo eso se lo hace automáticamente.

La tecnología es importantísima, porque una estrategia de marketing digital focalizada le permitirá generar un valor agregado, ir disgregando el tipo de cliente al que se quiere llegar.

En 2024 hay que darle un plus mayor al consumidor. En el caso de la IA (inteligencia artificial), esta le permite a quien la use optimizar de manera eficiente los recursos.

Pero hay que aprovecharla bien, no improvisar ni usarla sin razón, sino capacitarse adecuadamente antes de recurrir a ella.

Bien aplicada la tecnología, le permitirá fidelizar y abrir un abanico de productos en el portafolio de oferta y, a su vez, mantener cautivo a su cliente o usuario.

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