Washington Molina es un soldado retirado que vive rodeado de mujeres. Sus dos hijas y tres nietas le alegran sus años de jubilación en su casa, ubicada en el barrio popular de San Juan, centro de Quito.

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El abuelo, de 62 años, recuerda que en sus tiempos ser padre era un orgullo porque, según él, “uno los criaba con plata y persona”. Aunque por su trabajo no podía ver a sus hijas con frecuencia, don Washo cuenta que en sus tiempos la enseñanza era muy estricta.

Por ejemplo, en temas de educación, el exsoldado comenta que aplicaba la frase ‘la letra con sangre entra’. Y más allá de ‘repelar’ a sus hijas para que estudien, Washington comenta que la que no pasaba el año o se sacaba malas notas era castigada con no ver la televisión.

“En ese tiempo tampoco tenían la facilidad de buscar información en internet como ahora. Ahí tenían que ir obligadas a la biblioteca para consultar sus deberes en un libro”.

Con respecto a temas controversiales como la sexualidad y el uso de drogas o alcohol, Washington comenta que en los tiempos de antes era un tabú. No se hablaba de eso. Además, afirma que en ese tiempo no había tanta delincuencia que era el contexto en el que se podía conseguir ese tipo de sustancias.

“Hablar de sexo era un mito porque cualquier expresión que hacía referencia al tema se podía considerar como grosera”.

El militar retirado también recuerda que en el pasado la tecnología no era tan avanzada y eso permitía que la convivencia con los hijos sea más cercana. En su caso, solían reunirse para contar historias de miedo o anécdotas de la vida. Este compartir hacía que se mantengan los valores en la casa y que la familia sea más unida. “Ahora, los jóvenes no respetan ni piden la bendición a sus padres”.

Los fines de semana suele ir con sus nietas e hijas a jugar básquet en un parque del sector o cuando quieren ir más lejos se pegan un viaje a La Carolina para tomar un helado.

Por el Día del Padre, las niñas hicieron unas tarjetas con mensajes de cariño mientras que sus madres le prepararán un plato exquisito para festejar a don Washo. 

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