Este 1 de junio la sonrisa de Deiker Ezequiel no iluminará el hogar de sus padres y el de sus abuelos. El niño, de 4 años, lleva 115 días desaparecido y no hay rastro que conduzca a su paradero. Solo desolación y angustia en el corazón de sus familiares.

El menor de edad fue visto por última vez la tarde del pasado 6 de febrero en la casa de sus abuelos paternos, en el sector Bellavista, en la parroquia rural Progreso, de Guayaquil. Sus progenitores lo han buscado por todas partes, sin embargo, nadie les proporciona información que permita su ubicación.

Su padre, Jonathan Torres, afirma que no ha perdido la esperanza de encontrar al menor de sus dos hijos con vida y que en su desesperación por información de su pequeño se ha desplazado a varias provincias y ciudades del país.

“He viajado a Esmeraldas, El Oro, Manabí, Santa Elena, a la ciudad Milagro, hemos hecho de todo por encontrarlo, incluso he entregado hojas volantes con el rostro de mi niño, pero nadie nos dice nada. Parece que se lo tragó la tierra”, afirma con tristeza el joven de 26 años.

Su pena se agiganta cuando recuerda los felices momentos compartidos con su Gordito, como llama de cariño a Deiker.

“Mañana (hoy) él estuviera festejando con sus compañeritos de escuela el Día del Niño, el año pasado vino contento: ‘papi me dieron caramelos y comimos torta’, me dijo con una sonrisa que hoy quisiera volver a ver. En la noche junto a su madre festejamos a nuestros dos niños, ella compró un pastel, mis hijos estaban felices. Su hermano todos los días me pregunta por su ñañito, me pregunta cuándo se lo traemos, que no dejemos de buscarlo”, rememora, mientras sus manos sostienen la máscara favorita de su niño.

Torres, quien se gana la vida como comerciante, confiesa que se le hace difícil expresarse en público y por eso hace dos semanas tomó el cuaderno de su niño y escribió el mensaje que pensaba grabar en un vídeo, que luego iba a colgar en las redes sociales y que le gustaría que sea escuchado por quien tiene a su pequeño.

“Lo único que quiero es encontrarlo, yo no busco culpable, yo no quiero hacer daño a nadie, yo no quiero hacer nada contra nadie, lo único que quiero es a mi hijo Deiker Ezequiel Torres Rodríguez”, dice parte del texto escrito por el progenitor.

Petita Parrales, abuela paterna del menor, también se quebró al recordar la agonía que viven en su hogar, al no tener información del niño.

“No entiendo su desaparición, no me explico cómo se lo llevaron, con qué intención. Le pedimos a la persona que lo tiene, que lo devuelva, que se apiade de nosotros”, afirma la señora, quien a pesar de su angustia trata de darle fuerza a su hijo y hacer menos duro el golpe por la ausencia de su niño.

El día de la desaparición el niño estaba al cuidado de Petita. Ella hacia sus quehaceres domésticos, minutos después, por una llamada telefónica de su hijo, se percató que el niño no estaba en la sala de su inmueble. La desaparición del menor fue denunciada en la Fiscalía, horas después.

De acuerdo a un informe del Ministerio del Interior y de datos recabados por Dinased, del 1 de enero al 30 de marzo, de este año, en Ecuador han sido reportadas como desaparecidas 286 personas, de ellas el 52% son menores de edad, el 4% adultos mayores.

Las provincias con más números de personas desaparecidas son Guayas, Pichincha, Santo Domingo y Esmeraldas, indica el informe al que este Diario tuvo acceso.