Un juez dispuso que tres sujetos conocidos con los alias de Shakira, Serbero y el Chino no se acercaran a un joven de 18 años a quien supuestamente casi matan a golpes. El hecho sucedió el pasado 3 de enero, en un domicilio ubicado en el sector de Calderón, en el norte de Quito.

La víctima, al parecer, es un habitante de calle, quien días antes habría sido intimidado por los sospechosos para que cometiera varios delitos como extorsionar y robar. Estos se hacían identificar como parte del grupo de delincuencia organizada (GDO) Los Lobos.

El joven indicó que alias Shakira le había ahorcado, mientras los otros sujetos lo golpeaban. Ellos le habrían dicho que lo iban a matar: “Conche tu madre, te vamos a descuartizar por no hacer lo que te dijimos”.

Según las indagaciones policiales, se presume que los sospechosos ya habrían utilizado al presunto habitante de calle para expender estupefacientes y ahora buscaban que ‘les sirva’ para otros favores. Sin embargo, al negarse, tomaron represalias en su contra.

¿Los detenidos tienen pasado criminal?

Durante la audiencia de formulación de cargos, los detenidos dieron otra versión de lo ocurrido. Alias Serbero, dueño de la casa donde preparaban una comida, indicó que invitaron al joven a comer un plato y que este habría estado rebuscando los celulares de los presentes.

Por su parte, alias el Chino sostuvo que la víctima es un consumidor de drogas y que días antes le había robado el teléfono a su novia. Ella lo había reconocido y se armó una riña en el interior de la casa. Finalmente, alias Shakira mencionó que lo único que hizo fue advertirle que no debería robar los celulares.

(Te puede interesar: Quito: La Pastora y su 'huella de terror' en el Comité del Pueblo)

Los tres sospechosos registran varios antecedentes penales por delitos como robo y tráfico de droga. La Policía investiga si son integrantes de la banda criminal los Lobos.

La perfiladora criminal y experta en seguridad Ana Minga explica que las estructuras delictivas buscan a los habitantes de calle para cometer delitos porque son personas vulnerables y que pasarían desapercibidas para los policías.

Además, a estas personas se les puede pagar con droga o con poco dinero sin que pongan objeciones.

Minga dice que en Carapungo, norte de Quito, este fenómeno es habitual y que las bandas también captan a los cuidadores de carros para que cometan delitos. “Algunos de estos son usados como ‘campanitas’. Avisan a qué domicilio pueden entrar a robar o alertan cuando llegan los policías”.

La experta enfatiza que los habitantes de calle son buscados porque conocen el movimiento, horarios y dinámica de las personas que viven en un sector. Las bandas conocen que si les pasara algo a estas personas, “nadie reclamaría”.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!