La advertencia había llegado 10 días antes, pero más allá del susto del momento, todo quedó ahí. El sujeto de origen asiático a quien señalan de haber agredido a dos sacerdotes en Cuenca, ya tenía rato dando ‘cacería’ a sus víctimas, según se desprende de nuevas informaciones reveladas sobre este caso.

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Aunque no se ha revelado su identidad, su rostro ya es conocido por todos. Su accionar incluso ha hecho que el cura José Conde, de 77 años, a quien le aplicó una llave al cuello para asfixiarlo, ha decidido no regresar al templo, al menos por ahora. Tiene miedo.

Y es que tras los hechos violentos registrados el 27 y 28 de diciembre de 2023, en la Catedral de La Inmaculada, Centro Histórico, ahora se conoce que el extranjero de apariencia y vestimenta juvenil, con anteojos y cabello corto, visitó el templo unos 10 días antes del ataque al padre Conde.

En diálogo con EXTRA, el trabajador de la catedral Marco Tamayo cuenta, aún incrédulo de lo ocurrido, que el 18 de diciembre pasado el hombre ingresó directamente a la sacristía, por lo que él le asistió creyendo que se trataba de un turista que necesitaba guía para conocer el templo, uno de los principales atractivos turísticos de Cuenca.

Por esto llevó al joven hacia su compañero José Orellana, encargado de asistir a los visitantes. Recuerda que se originó una situación graciosa al no entenderse de parte a parte. Intentaron hablar en inglés, pero tampoco el visitante comprendía ese idioma.

“Estaba sonriente, relajado como cualquier otro turista que busca conocer la catedral”, recuerda Tamayo. Por eso sospecharon que el joven estaba perdido o que necesitaba llegar a un lugar específico.

Para saber lo que requería, el personal de la iglesia le ofreció una hoja de papel y un esfero para que redacte su mensaje. El aparente turista escribió en mandarín y entre la espera de identificar el idioma y la traducción, el extranjero decidió irse.

“Cruzó tranquilamente la calle y atravesó el parque Calderón”, perdiéndose entre la gente antes de que puedan traducir el mensaje, asegura.

Tamayo recuerda que una vez conocido el idioma, gracias a una sobrina de otro de los trabajadores del lugar, tradujeron el mensaje a través de la aplicación de Google. En la pantalla del móvil se reflejó en español el texto y se llevaron una desagradable sorpresa: “Vengo de China y vine a matar gente”.  

Cuando leyeron el texto se alertaron y avisaron al personal de seguridad del circuito turístico tanto de la catedral como del Museo Catedral Vieja, ubicado a 100 metros de distancia.

También acudieron a guardias municipales para buscar al hombre por los alrededores de las dos iglesias, sin éxito.

Orellana lamentó no haberle dado mucha atención al mensaje, pues pensaron que se trató de una broma de mal gusto por parte del ciudadano asiático, debido a la actitud apacible que tenía.

Sin embargo, 9 días después, el 27 de diciembre, llegaría otra alerta, cuando el padre Rider Macas, de 35 años, salía de la iglesia luego de dar la misa y fue atacado por el ciudadano asiático. El sujeto lo agarró con fuerza por el cuello y lo sujetó contra la puerta, pero el curita reaccionó, lo empujó y se liberó.

Al día siguiente se dio la brutal agresión en contra del padre Conde. Cerca de 200 personas participaban de la eucaristía principal que se celebra cada jueves a las 15:00. Según Tamayo, el atacante se confundió entre los feligreses y permaneció sentado en las bancas del templo.

La ceremonia transcurría con normalidad, cuando de pronto, en el momento que terminó la entrega de ofrendas, “caminó con determinación hacia el altar y tumbó por el cuello” al clérigo. Todo quedó registrado en un video.

Los primeros en asistir a Conde fueron cerca de 12 feligreses, hasta que el personal de seguridad llegó desde la puerta.

Tamayo se quedó pasmado cuando vio el rostro del atacante y lo recordó de inmediato. A través de la radio alertó del hecho para que se pida que personal de la Guardia Ciudadana intervenga.

Dos guardias llegaron y retuvieron al ciudadano. Luego fue entregado a la Policía Nacional.

El trabajador del templo explicó que es la primera vez, desde hace cuatro años que labora en el lugar, que ocurre algo así. “Es común el ingreso de personas que insultan a la religión o protagonizan actos que atentan contra el cuidado del espacio patrimonial, pero nunca se ha registrado una agresión contra uno de los sacerdotes”.

La Arquidiócesis presentó una denuncia por agresión a un sacerdote en contra del ciudadano extranjero, pero el agresor fue liberado en la audiencia de flagrancia debido a que no se cumplió el debido proceso durante su detención. Más aún: las autoridades hasta tuvieron que disculparse con él por ese ‘error técnico legal’, contó en su momento Marcos Pérez, monseñor de Cuenca.

“Eso nos dejó sorprendidos a todos, especialmente al padre Pepe Conde, que se sintió mal no solo por la agresión sino por la actitud de las autoridades”, dijo monseñor Pérez.

Hoy el sujeto anda libre y en la comunidad religiosa hay miedo de que puedan ser víctimas de un nuevo ataque.

Desde el Consejo de Seguridad Ciudadana de la capitl azuaya se emitió una ‘Alerta’ en la que consta la foto del hombre señalado como agresor, con el mensaje: “Ciudadano de nacionalidad china atacó a dos sacerdotes en Cuenca. Si conoces su localización o lugar de hospedaje, contáctate a la línea única de emergencia 911 o a la entidad de seguridad más cercana”. Y al final agrega: “Se guardará absoluta reserva”.

Poco después, en un mensaje subido a las 22:16 del jueves, el alcalde de Cuenca, Cristian Zamora, informaba que ha solicitado toda la información del caso y aseguraba que, “de ser cierto todo lo que se dice para dejarlo libre, incluso al existir un supuesto escrito del chino que indica que quiere matar a alguien, este sería un despropósito de quien quiera que haya sido el juez(a)”.

Agregó que “la ciudad sabrá de mi boca y de monseñor los hechos reales y quienes tomaron estas decisiones”, calificando de “intolerable tener a una persona que dice querer matar a alguien y que ha tenido dos intentos, que lo hayan dejado libre sin más por la ciudad”.

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