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Cuatro menores atacados en el norte de Guayaquil, uno de ellos falleció: El 'regalo' de balas entró por la ventana
El ‘blanco’ de los criminales, al parecer, eran una madre y su hija, quienes residen en la casa donde ocurrió la balacera. Se dedicarían a la venta de droga.
Para acabar con la vida de un adolescente, que se encontraba en la sala de un domicilio, y además, atacar a bala a otros tres menores de edad, los asesinos no necesitaron ingresar por la puerta. Sacaron sus armas y les dispararon desde la ventana de dicho inmueble.
Este hecho violento que causó la muerte de un adolescente, de 15 años, y que mantiene hospitalizadas a una chica de 17 y a dos niñas de 7 y un año, ocurrió a las 18:45 del jueves 23 de diciembre en la manzana 19, del bloque 4 de Bastión Popular, en el norte de Guayaquil.
El coronel Fabricio Silva, jefe del distrito Pascuales, informó que presuntamente el ataque estaba dirigido a una mujer, que es madre y abuela de las heridas, o tal vez a su hija, quienes habitan en dicha casa.
“La mujer hace seis meses recuperó la libertad, tras cumplir una condena por tráfico de droga en la cárcel de mujeres de Guayaquil. Ella supuestamente había llegado a ese inmueble a dejar una ropa y a despedirse porque se iba de viaje. Esta señora tiene dos antecedentes penales por tráfico de droga. El jovencito, al parecer, era quien salía a vender el alucinógeno”, explicó el oficial.
También reveló que la adolescente es la madre de la más pequeña de las heridas y que su primera pareja sentimental tiene boleta de captura por asesinato. “El segundo conviviente fue victimado en la última masacre ocurrida en el Centro de Rehabilitación Social de Guayaquil. Se trata de una familia con problemas delincuenciales y que además se dedica al expendio de sustancias”, sostuvo.
El jefe del distrito Pascuales agregó que durante las pericias en la vivienda donde ocurrió la balacera, sobre el mesón de la cocina, se encontraron 14 paquetes de marihuana y que por tal motivo la mujer fue detenida por el delito de posesión y tráfico de droga.
Un morador, quien evitó identificarse por temor a represalias, expresó que el chico asesinado llegaba todos los días a esta casa y que siempre lo hacía a bordo de una bicicleta. (AEB)