Los habitantes de la cooperativa Pastor Vera, ubicada en el sector de Juan Montalvo, al norte de Guayaquil, vivieron una noche de terror.

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En menos de tres horas, esta zona del distrito Florida, que ya contabiliza con 82 asesinatos en lo que va de 2024, fue escenario de dos violentos incidentes que resultaron en la muerte de tres personas y dejaron a una mujer gravemente herida.

El primer hecho ocurrió a las 19:30 del lunes 19 de agosto en la manzana K del sector mencionado. Las víctimas fueron Arecely Reyes, de 45 años, y su hijo Jhon Marcos Meneses Reyes, de 23 años.

Jhon Marcos, que se encontraba sentado en el portal de su casa cuando llegaron los delincuentes, falleció a los pocos minutos. Su madre fue trasladada a una casa de salud en Guayaquil, donde se encuentra en estado crítico y con pronóstico reservado.

Una fuente policial informó a este Diario que, según los testigos, los dos responsables de este ataque se trasladaban en una motocicleta. Se estacionaron frente al inmueble y dispararon.

“Vecinos y familiares subieron al joven en una tricimoto para llevarlo al hospital, pero falleció en el trayecto. Decidieron llevar el cadáver de regreso a la casa. La víctima no tenía antecedentes penales y trabajaba en una pizzería. Estaba con permiso médico por una lesión en la rodilla”, comentó el agente de la policía.

Cerca de las 22:30, se registró otra balacera en el mismo sector. En esta ocasión, las víctimas fueron Ángel Gardel Farías Ruiz (23) y Christopher Jesús Heredero Parrales (27), quienes se movilizaban en un vehículo rojo cuando una moto se les atravesó y sus ocupantes les dispararon.

Los jóvenes, quienes no tenían antecedentes penales, fueron auxiliados y llevados a una casa de salud, pero fallecieron minutos después de su ingreso.

Familiares de Ángel informaron a los investigadores que él trabajaba en un chifa, no tenía problemas con nadie y no estaba amenazado.

La noche del lunes, Luis Alejandro Calzada Quintero salió de su casa, ubicada en la cooperativa Enrique Gordillo, en la Isla Trinitaria, al sur de Guayaquil, para dejar en su motocicleta a un amigo. Durante el trayecto, fueron interceptados por dos sujetos armados que no solo les robaron el vehículo, sino que también le dispararon a Luis.

El cuerpo del joven, de 23 años, quedó tendido sobre la calzada. Él tenía antecedentes penales por asociación ilícita y robo. En la escena, la Policía levantó ocho indicios balísticos de calibre 9 milímetros. Según la información proporcionada por familiares poco después de que su ser querido salió de su casa se escucharon disparos. “Cuando los familiares salieron a ver lo sucedido, encontraron a su pariente muerto”, indicó una fuente policial.

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