Se dice que a las madres se las festeja todos los días del año, pero... ¿en todos los casos es así? Este Diario conversó con Susana, Elizabeth y Mónica, tres madres dedicadas que adoran a sus familias, pero reconocen que en ocasiones sus hijos se pasan de ‘conchudos’, incluso en el Día de la Madre.

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Al inicio de la entrevista que Susana Guanga concedió a EXTRA, no pudo evitar una carcajada nerviosa, pues comentó: “Ojalá que no me escuche mi hija la mayor, que me viene a visitar con los nietos y me deja la casa desarreglada”.

Lamentó que su madre falleciera hace un tiempo, por lo que con este ya serían dos días de la madre en que festeja de otra manera. No obstante, recuerda que “hacíamos lo típico, los hijos llegaban y las mamás cocinábamos, los atendíamos y una tenía que quedarse limpiando hasta el último, porque ya el lunes se trabaja”.

Susana tiene una numerosa familia de 15 integrantes -sus 5 hijos, 7 nietos, 2 yernos y su pareja-, y explica que no le gusta cuando le regalan flores, porque se marchitan y no tienen mayor uso. Sin embargo, admitió que su mayor deseo es que su familia esté siempre unida, porque “la presencia de ellos es lo importante”.

Elizabeth Duarte habita en el Suburbio porteño y ella va cada año a casa de su madre para preparar una ‘jama’ para festejar el día de las mamitas junto a sus hijos, nietos y la familia de sus otros dos hermanos que viven en el país, a excepción de este año, pues su madre recién viajó a Estados Unidos.

“Si por mí fuera, que mis hijos me llevaran a comer para no cocinar el domingo. Yo encantada”, comenta Eliza, como le dice su familia de cariño. Aparte, debe dejar todo limpio antes de irse: lava los platos, recoge basura, barre, trapea, etcétera.

“Al siguiente día, el lunes, otra vez a meterse a la cocina”, dice Duarte indignada. Aunque pensó que el ‘espíritu’ de la cocina no la perseguiría este año, contó que una sobrina la había invitado hoy a su casa para hacer un asado, lo cual rechazó en primera instancia, pero al parecer lo aceptará con tal de compartir con su amada familia.

“El lado negativo del Día de la Madre es que los hijos, durante muchos años, no comparten con su madre y esperan ese día para festejarla, mientras que todo el año hacen cosas que a la madre le duele”, reflexiona Mónica Calderón, madre y abuela guayaquileña.

Mónica se levanta a las 05:00 cada día para cocinar antes de ir a laborar, pero en días como hoy, sus hijos la llevan a cenar fuera de casa, lo cual disfruta bastante. Aún así, resume la esencia de este día en: “Una madre está toda la vida para sus hijos, no solamente un día. El festejo pasa, pero lo que debe mantenerse es el amor que un hijo debe profesar a una madre”.

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