Exclusivo
Actualidad

Los problemas de obesidad comenzaron para muchos argentinos durante la pandemia.referencial

Covid-19: los argentinos se pusieron más gorditos durante la pandemia

Un reporte señala que el 60 por ciento de la población de ese país subió de peso durante la crisis sanitaria que empezó en 2020

En el país del asado y el fútbol, el coronavirus parece hacer más daño que en otras naciones. Por ejemplo, la medida de aislamiento social obligatoria, decretada a fines de marzo de 2020 en la Argentina, generó un importante cambio en la vida de sus habitantes y en las rutinas hogareñas y laborales, así como en los hábitos de alimentación.

Es decir, seis de cada 10 argentinos (62,2 %) engordaron durante la pandemia y, en la mayoría de ellos (78,6% ), la ganancia referida fue menor a tres kilos. En relación a si el incremento de peso se debió al aumento en la ingesta de alimentos y/ o bebidas o a la disminución de la actividad física, seis de cada 10 personas indicaron ambas causas, según un informe recientemente publicado en la revista especializada Actualización en Nutrición, de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN).

El portal argentino Infobae reseña que, de acuerdo al estudio, realizado sobre la base de una encuesta a 5.635 personas en los primeros 45 días de aislamiento, quienes ya tenían exceso de peso engordaron más que los que no lo tenían antes del comienzo de la cuarentena. Es decir, la posibilidad de ganar peso entre los que tenían exceso de peso previo fue un 42% superior que la de quienes no tenían exceso de peso antes de iniciado el aislamiento.

“Es preocupante que las personas que refirieron haber ganado más peso fueron aquellas que mencionaron haber tenido exceso de peso al inicio del aislamiento. Si consideramos a las personas que mencionaron tener exceso de peso previo, el 66,5 % informó haber ganado peso”, detalla el artículo.

Comer y comer frente a lo que pasa

El 69,2% de los encuestados se reconoció comiendo ante una o más de las seis emociones investigadas: ansiedad (50,6%), aburrimiento (39,6%), tristeza (8,4%), enojo (7,4%), cansancio (7%) y soledad (5,2%), de acuerdo al informe elaborado por la SAN.

“Es preocupante que las personas que refirieron haber ganado más peso fueron aquellas que mencionaron haber tenido exceso de peso al inicio del aislamiento".

​Informe de la revista Actualización en Nutrición

La ganancia de peso entre los que identificaron comer ante emociones fue del 73,7%, muy superior al 42,6% de los que engordaron sin haber reconocido ingesta como respuesta a emociones. En este aspecto, comer en respuesta a emociones se evidenció como un factor de riesgo para la ganancia de peso durante el aislamiento.

Entre las mujeres, el riesgo de ganar peso entre las mujeres que comieron en respuesta a emociones fue el cuádruple de las que no se reconocieron comiendo frente a emociones. A su vez, el riesgo de ganar peso entre los varones que comieron en respuesta a emociones no alcanzó a triplicar el de los varones que no se reconocieron comiendo frente a las emociones.

El consumo de licor

Frente a la consulta sobre el consumo de alcohol, casi la mitad de los encuestados (43,4%) reportó no consumir alcohol habitualmente. El resto se distribuyó en grupos según si su consumo de alcohol disminuyó, se mantuvo o aumentó durante el aislamiento.

Al analizar la variable consumo de bebidas con alcohol, se evidenció una diferencia estadísticamente significativa en la proporción de ganancia de peso entre los que informaron haber aumentado el consumo de alcohol (74,3%) y los que no (59,7%).

Existe evidencia de que factores modificables como el aumento de la ingesta, la disminución de la actividad física y los cambios de patrón del sueño se asocian al aumento de peso.