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Adolfo mantiene caliente su preparación en grandes ollas. Las tarrinas van bien serviditas.CARLOS KLINGER

Conozca el lugar donde está el mejor encebollado de Guayaquil

Adolfo hace de las suyas con la comida de los comensales: una bomba de sabor es lo que les ofrece. El pescado y la yuca son su especialidad

Adolfo es el capo, pero del encebollado. A punta de buena sazón y harto pescado ha ‘extorsionado’ a una gran cantidad de paladares incluyendo los del Barcelona Sporting Club para que se queden en su negocio como fieles clientes.

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Desde hace 27 años, el hombre prepara la sopa de pescado y yuca, típica de la Costa ecuatoriana, para venderla en su negocio a solo 2 dólares. Y, aunque no revela su ingrediente secreto, el olor que sale de las grandes ollas hace sentir que algo especial se está cocinando allí.

“Empecé a los 18 años en el negocio. Soy de la zona de Colonche, de Palmar, de allá de la Península, y migramos acá (Guayaquil) para buscar trabajo. Mis hermanos ya sabían del negocio y yo les tomé la posta”, asegura orgulloso de lo que ha logrado.

Adolfo empezó recorriendo el suburbio con baldes de encebollado, luego se compró un triciclo que le ayudó a avanzar más rápido para después establecerse en un solo punto en una carpa al pie de Santa María de Las Lomas (frente a la ciudadela Ferroviaria) donde se mantuvo hasta hace unos pocos meses. “Tuve la oportunidad de alquilar este local (también en Santa María de Las Lomas) y lo hice. El crecimiento ha sido duro, pero ver el progreso es gratificante”.

Adolfo no revela su ingrediente secreto.CARLOS KLINGER

‘Pateo’ con olor a albacora

Él recuerda que cuando le tocaba caminar por la zona suroeste de la ciudad temía que le pasara lo peor, debido a la mala fama que tenía el sector. Sin embargo, lo que más recuerda es que “se me llevaban las bandejas o las cucharas y yo no me daba cuenta porque tenía que atender a todos al mismo tiempo (se ríe). A veces también llegaba en grupo como distracción y se iban sin pagar el encebollado. Salía en contra”, cuenta con humor después de años de haberlo experimentado.

Y del encebollado, Adolfo lo sabe todo, menos que hace seis meses una colaboradora de Barcelona llegó al local y pidió más de 10 tarrinas para llevarle a los “muchachos”. EXTRA lo vio todo y ella lo confirmó. Sin embargo, Adolfo, el creador de la ‘pócima’ del sabor, ni enterado.

Los más comelones

El hombre comenta que sus clientes más comelones son los estudiantes de una universidad ubicada bastante cerca, pero que en estos días se encuentran de vacaciones por lo que sus ventas bajan casi a la mitad.

Mientras tanto, Adolfo sigue su labor en la cocina, ofreciendo lo mejor a sus clientes para ‘matar esa leona”, como dicen muchos cuando llegan a su local. 

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