Los “resistentes zapatos escolares ambateños de cuero de vaca viuda” del negocio La Hormiguita empiezan de a poco a venderse en las calles Sucre y Colón, en el caluroso e ‘infernal’ corazón comercial de Guayaquil. Su carismática dueña, Norma Chang, asegura que a pesar del reciente aumento del IVA al 15 %, los precios en su tienda de calzados se han mantenido iguales al año pasado.

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Con el inicio del nuevo año escolar en la región Costa, programado para el 29 de abril, los alrededores del Mercado Central se llenan de diversos comercios y vendedores ambulantes dedicados a ofrecer todo lo necesario para el regreso a clases.

Aunque hay comerciantes, como Diego Calderón, que admiten que las ventas no se han ‘disparado’ como esperaban, confían en que después de la quincena y con las utilidades, las personas lleguen en masa y hagan el gasto.

A solo unos pasos de donde Chang comercializa sus zapatos desde 12 dólares, Iván Villalta vende uniformes en su local Confecciones Nuria, donde lamenta que, pese a la época, “las ventas están bajas”. “No hay compradores. Al día vendo unos 300 dólares, a diferencia de los 1.000 que ganaba en años anteriores”, dice.

Las calles y aceras del centro también son utilizadas por aquellos vendedores que no permanecen en un solo sitio, sino que recorren la ciudad en busca de potenciales clientes, como Walter Moreno, quien lleva exhibidos sobre su cuerpo decenas de termos y lápices de colores.

“Hay días buenos, días malos… poco a poco se vende”, cuenta Moreno. Este emprendedor vende “lo que salga”, pues cambia su mercadería en cada temporada. Para él, esta y la temporada de carnaval son las que más compradores congregan.

En las calles Clemente Ballén y Lorenzo de Garaycoa, el administrador de un local de Librería Coquito, Jonathan García, espera que el fin de semana “revienten” las ventas en su papelería, ya que los colegios ya comienzan a entregar las listas de útiles escolares. “Aquí no han cambiado los precios (por el IVA), los hemos mantenido, como un incentivo”, afirma.

La semana pasada, este local recibió más de cien clientes al día, pero García prevé que esta cifra se triplique para fines de abril.

Sobre los precios, María Zambrano, madre de tres hijos, confirma que los costos de los útiles escolares no han aumentado. “Están buenos los precios, por ahora. En cada uno de mis hijos gasto 35 dólares en útiles. Yo pregunté unas semanas atrás cómo estaban los precios y siguen intactos”, asevera.

Jazmín Bravo sale ‘felizota’ del local donde acaba de adquirir los útiles para sus dos hijos, pues apenas gastó 60 dólares entre ambos. Y eso que sus chicos estudian en un centro educativo particular.

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