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Clínicas 'truchas' y baratas son un peligro para los consumidores
Oferta de establecimientos de rehabilitación clandestinos aumentan el riesgo de sufrir maltratos. En sitios ilegales ya hubo muertes e incendios.
Las clínicas clandestinas de rehabilitación de adicciones se han vuelto un ‘dolor de cabeza’ en Guayaquil. El peligro que representan se refleja en una cifra horrenda: entre 2019 y 2022, hubo 28 personas fallecidas en incendios en estos sitios ilegales al pretender escapar. La última huida en la ciudad ocurrió el 28 de agosto. En buena hora no hubo muertos.
Ese día, entre 20 y 30 personas huyeron de un establecimiento del barrio Centenario. El lugar no tenía un letrero que lo identifique como tal. Dos madres de jóvenes que estaban internados dijeron que sus hijos fueron maltratados. EXTRA publicó este domingo sus testimonios.
La desesperación por alejar a sus familiares de ese vicio hace que los padres recurran a estas supuestas clínicas, cuyos propietarios prometen el ‘oro y el moro’. ¿Pero qué opciones reales de rehabilitación existen? La doctora Julieta Sagnay, líder del programa municipal ‘Por un futuro sin drogas’, indica que con esta iniciativa se realiza una primera atención a los pacientes.
La intervención consiste en ofrecerles el proceso de desintoxicación de las drogas que han consumido. Esto puede tomar hasta 28 días. Depende del tipo de sustancia y de la situación específica del paciente.
Hay un centro especializado para atender a mujeres, en el bloque 9 de Bastión Popular. Además, el Cabildo tiene un área para desintoxicación en el hospital Bicentenario (antigua maternidad Enrique Sotomayor), donde se brinda atención ambulatoria intensiva.
Por un convenio con el Ministerio de Salud, los usuarios que lo requieran luego voluntariamente reciben un tratamiento integral en uno de los Centros Especializados en Tratamiento a Personas con Consumo Problemático de Alcohol y otras Drogas (Cetad) de la entidad estatal, que también tiene centros ambulatorios.
“A la mayoría les aconsejamos (después de la desintoxicación) que vayan al Ministerio, principalmente a los que viven en la calle. A los que tienen familia les ofrecemos atenderlos de manera ambulatoria. Van de dos a tres veces a la semana a terapia”, explica Sagnay.
EXTRA consultó al Ministerio de Salud cuántos Cetad actualmente funcionan en el país y en Guayaquil, qué tipo de atención ofrecen, cuántas personas han sido atendidas en el año a escala nacional y qué otras estrategias aplican para tratar adicciones. Hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.
COSTO ACCESIBLE PARA POCOS
Las mamás que tuvieron a sus chicos en la supuesta clínica en el barrio Centenario, dijeron que allí les cobraban una mensualidad de 250 dólares.
Sagnay aclara que ese monto de dinero no alcanza para cubrir el trabajo del personal especializado para llevar un tratamiento adecuado. Para ello se requieren nutricionistas, terapistas ocupacionales, psiquiatras, psicólogos, entre otros.
Una buena atención es más cara. “1.500 dólares cuesta, con todo lo que pide la Acess (Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada). Eso le cuesta atender a cada chico al Municipio”, recalca.
Un valor como ese resulta prácticamente imposible de pagar para una familia de escasos recursos. De allí que el control a estas clínicas es vital para evitar que se repitan los casos de ciudadanos que son maltratados, o mueren en su intento de huir del horror que allí viven.
CASOS DEBEN SER EVALUADOS
En febrero de 2019, durante una mesa técnica de seguimiento a los resultados de la Ley Orgánica de Prevención Integral del Fenómeno Socio Económico de las Drogas, Verónica Espinosa, ministra de Salud de esa época, indicó que de acuerdo con evidencia científica y aplicando tratamientos apropiados, “el 80 % de los casos” deben ser tratados mediante la modalidad ambulatoria. La internación únicamente es necesaria para alrededor del 5 % de los adictos.
En ese entonces se contabilizaban 12 Cetad activos en el país y 743 centros ambulatorios.