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¡Con ‘ciborgs’, pero sin turistas!
La presencia de una flota de enormes barcos chinos fuera de la Reserva Marina pone al sector pesquero en alerta. Afectará la pesca local.
stán ‘armados’ con todo. Cual si fuesen ciborgs, agentes de control en el Aeropuerto Ecológico de Galápagos (Ecogal) pasean listos por el lugar. Equipados con trajes de bioseguridad y con un visor especial para detectar la temperatura de los cuerpos, de hasta siete personas a la vez, esperan a los turistas. El problema, el único problema es que, por estos días y quién sabe hasta cuándo, no hay visitantes. Ni uno solo.
Así, la continuidad en la utilización de esos cascos “que son prácticamente únicos en Latinoamérica”, como destaca Ezequiel Barrenechea, presidente de Ecogal, quedará en veremos. Por ahora, Galápagos, su gente, sus negocios y su economía se encuentran anclados a una grave crisis. Sin dinero circulante. Con hoteles, bares y restaurantes cerrados. Con botes sin poder viajar desde hace meses. Sin turistas por sus calles.
La extensa medida de restricción de movilización para menguar el golpe de la pandemia del COVID-19 tiene a las islas en este problema, pues a las Galápagos no entra nadie que no sea residente o colono (propio del lugar).
La situación es tan grave “que hasta personas que tenían agencias de viaje han tenido que salir a vender legumbres o comida a domicilio; les ha tocado emprender en la venta de bebidas, servicios de alimentación, mascarillas... de toda índole”, cuenta Daniel Montalvo, de 44 años y locutor de radio Antena 9 de la isla Santa Cruz, la que mayor cantidad de visitantes recibe en el archipiélago.
Montalvo, cuyo grupo familiar es propietario del hostal Morning Glory, cuenta que “hay muchos negocios que han cerrado, otros que se están vendiendo (como el hotel Verde Azul) y muchos otros que arrendaban y han desocupado esos espacios. Los hoteles, todos, estamos vacíos”.
Jairo Gusqui, miembro de la Asociación de Guías Naturalistas de Galápagos (AGNG), confirma lo que viven los isleños y lo califica como una “grave crisis económica” que les tomará mucho tiempo para superar.
Y lo cuenta desde lo que viven los 789 guías naturalistas de los que él forma parte. “A nosotros ya nos llamaron a cancelar las semanas de trabajo hasta diciembre de este año, todo lo que estaba programado. Es decir, estamos en la completa desocupación, sin ingresos para nada. Incluso, ya están cancelando tours del 2021”.
El año pasado, según cifras del Parque Nacional Galápagos, este paraíso natural registró el ingreso de 271.238 turistas, el 67 % de estos extranjeros. “Y en estos momentos ya no hay nada, no viene nadie”, reconoce a EXTRA con cierta preocupación Norman Wray, presidente del Consejo de Gobierno de Galápagos, quien ha tenido que frentear dos semanas seguidas de protestas y exigencias de sectores productivos y ciudadanos para que se establezca un mecanismo que permita la reactivación de la economía insular.
Los reclamos, admite Gray, llegaron porque la población “se siente muy golpeada”, porque el 85 por ciento de las actividades económicas, de manera directa e indirecta, dependen de la actividad turística.
Y las cifras que él mismo da confirman lo preocupante de la situación. “Puede ser que tengamos unas once mil personas en relación de dependencia, de esas unas tres mil son del sector público (servidores de todas las dependencias en sus diferentes líneas) y por los ingresos de ellos es que, en estos meses, se ha movido en algo la economía de Galápagos”.
La diferencia, es decir cerca de 9 mil personas activas laboralmente (3.944 empleos directos del turismo y el resto conexos), son las que se han quedado varadas. “Lanchas de cabotaje, servicios de tours diarios, operadores, guías de turismo, bares, hoteles, restaurantes... todos estos sectores y servicios están casi en nula actividad”, explica Wray.
“La economía insular está en agonía”, agrega al respecto Lili Goumaz, hija de uno de los pioneros del archipiélago (el suizo Gaston Goumaz), nacida en las islas hace 53 años y activista social. “En realidad lo que mueve a Galápagos es el turismo. Todo está cerrado y si no hay turismo, no hay dinero”, asegura, al tiempo que cuestiona que, a todo lo malo que pudiera dejar el coronavirus, las personas deben hacerse una “retroinspección y ver más hacia la agricultura” para poder ser autosustentables.
Y esa es, precisamente, una de las bases que después de los reclamos, la toma de instituciones públicas y hasta insultos a las autoridades en protestas repetidas durante las últimas semanas, se recogen en el plan ‘Reactiva Galápagos’, construido -explica Wray- con la participación de cerca de 300 personas, en 9 talleres y 20 reuniones de horas y horas de discusiones.
Una de las bases es la seguridad alimentaria, cuyo objetivo es desarrollar la producción local de alimentos y, a la vez, garantizar el abastecimiento de productos básicos.
Otro componente es mantener las condiciones de salud y tener ‘a raya’ al COVID-19, que hasta ahora solo deja dos personas fallecidas en las islas. “Lo que queremos decirle al mundo es que, por ahora, quizá este es uno de los lugares con mayor seguridad (en salubridad), si es que usted lo quiere visitar”, dice el ejecutivo provincial.
Pero hasta tanto, sus propias expectativas son bastante bajas. “Hasta finales de julio o en agosto, ya cuando se establezca algunos vuelos a las islas con cierta periodicidad”, se podrá ver turistas en Galápagos. “El proceso de rectivación será paulatino. Llegar al nivel del 2019 demorará no menos de seis meses y hasta un año quizá... siempre que las cosas comienzan a mejorar y si el COVID lo deja”, sentencia Wray.
EL PANORAMA
¿Y los vuelos pa’ cuándo?
En el marco de la reactivación económica, el Ministerio delAmbiente abrió 183 áreas de visitas en las islas (85 sitios del Parque Nacional y los 98 de la Reserva Marina de Galápagos). La apertura es total, sin embargo, por ahora solo lo podrán disfrutar los turistas locales, porque turistas de afuera no llegan. No hay vuelos.
En ese sentido y ante la próxima salida de Tame (que opera en esta ruta), Norman Wray, presidente del Consejo de Gobierno insular, advierte que hay que trabajar con el Ministerio de Transporte para volver a atraer a las aerolíneas.
El problema es que por ahora no hay fechas establecidas y que, desde el continente y desde el exterior ya se han suspendido algunos tours por temor a la pandemia del COVID-19. Así, habrá que esperar un poco más.
Prohibiciones y trueque, las opciones
Fomentar la producción local es una de las bases para promover que las islas Galápagos sean autosustentables en productos alimenticios, evitando así también el ingreso de productos desde el continente, que demoran en llegar y muchas veces arriban dañados. Así, en días pasados tras un largo debate, el Pleno del Consejo de Gobierno confirmó la restricción temporal del ingreso a las islas de café tostado y molido, productos lácteos, queso mozzarella y tomate riñón.
Pero al mismo tiempo, en las islas también resurgió el trueque. En grupos creados en Facebook se promocionó este sistema como una forma de obtener cosas que unos y otros requerían. Por ejemplo, a una odontóloga local le tocó atender a una persona a cambio de que esta le arregle el aire acondicionado.