Elizabeth Otavalo esperaba angustiada afuera de la sala 206 del Complejo Judicial Norte, en Quito, la mañana del viernes 19 de mayo. Hacía llamadas y conversaba con sus abogados.

Faltaban minutos para que se iniciara la audiencia de juzgamiento en el caso del femicidio de su hija María Belén Bernal.

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Los procesados, el exteniente de Policía Germán Cáceres y el exoficial Alfonso Camacho, iban a recibir la sentencia por este delito.

Sin embargo, los defensores del primero nunca asomaron. Los jueces dieron 40 minutos de gracia para ver si llegaban, pero no lo hicieron. Entonces, declararon a la audiencia fallida y la Fiscalía definió que se retomara el jueves 25 de mayo.

Además, los magistrados sancionaron a los cuatro abogados con dos salarios básicos unificados (900 dólares) e indagarán la razón de su inasistencia. Los jueces esperaron la justificación, pero esta nunca llegó.

Otavalo aseguró que no le sorprendió esta situación, porque cuando se inició el juicio, a último momento, Cáceres cambió de defensa. “Los abogados incluso dijeron que su defendido cambiaría de versión y ahora no dan la cara”.

Jesús López, abogado de la familia de la víctima, no comprendió por qué no asistió su contraparte si “la etapa probatoria culminó y solo se esperaban los alegatos finales”.

El jurista explicó que la defensa de Cáceres no puede presentar otra prueba ni mucho menos cambiar de versión. Aseguró que “la Fiscalía y la acusación particular presentaron toda la prueba tendiente a demostrar la responsabilidad de los dos procesados”.

¿Y AHORA?

La abogada Valeria Mena señaló que fue apresurada la decisión del tribunal de sancionar a los abogados de Cáceres, porque ellos tienen hasta 72 horas para justificar su inasistencia. “Pudieron haber tenido una calamidad muy grave”.

Mena explicó que si los juristas no se presentan en la próxima diligencia, los jueces pueden considerar que están cometiendo deslealtad procesal. Ante esta realidad, la abogada indicó que el Consejo de la Judicatura forma un comité de disciplina y se investiga la supuesta falta.

La penalista añadió que los jueces pueden dilatar la audiencia hasta por cinco ocasiones. Luego de ello se pediría a juristas de la Defensoría Pública que se actualicen con el proceso y defiendan a Cáceres. “No lo pueden dejar en la indefensión y lo lógico sería que los mismos abogados que estuvieron durante el juicio lo culminen”.

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