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¡Se cae la carretera!
Se formó un socavón de unos 20 metros. Y no es el único. Las parroquias de Yaruquí, Checa y El Quinche, nororiente de Quito, son las afectadas.
Los moradores del nororiente de Quito recuerdan que la última vez que vieron bonita la carretera E-35 fue en 2015, fue cuando el papa Francisco visitó el santuario de la Virgen de El Quinche.
Después de eso, solo han sido dolores de cabeza por los enormes baches, deslizamientos del asfalto y, sobre todo, el peligro de que la vía se caiga.
Ya está pasando en la quebrada Domínguez, en la entrada a la parroquia Checa. Ernesto Fonseca, presidente del barrio Patahacienda, relata que el problema lleva más de dos años, pero que en los últimos meses la situación se agravó.
Allí se formó un socavón de unos 20 metros, por ahora cercado por una cinta amarilla, que pone en peligro a los conductores. “En las noches hay neblina”, dice Fonseca.
Pero no es el único. En el relleno de Aglla, unos kilómetros al norte, también hay indicios de que la carretera se viene abajo. Rosa Simbaña, presidenta de la Junta Parroquial de El Quinche, asegura que el daño en este sitio resulta imperceptible por ahora.
“La tierra se está deslizando por la parte de abajo y esta es una carretera de alto flujo”.
Accidentes
El último fin de semana, una mujer perdió la vida al ser arrollada por un automotor en el sector de La Esperanza, en la parroquia de El Quinche. Simbaña atribuye los constantes siniestros de tránsito al mal estado de la vía.
Desde la parroquia de Yaruquí hasta El Quinche los baches son numerosos. “Los conductores, con el afán de no caer en ellos, hacen maniobras peligrosas, como invadir el carril contrario”, explica.
Para la conductora Paola Minga, transitar por este tramo de la E35 es complicado, pues en horas pico puede tomar hasta 40 minutos un recorrido que generalmente sería de cinco.
“La carretera ancha solo llega hasta la entrada al aeropuerto (Tababela)”, comenta.
Las soluciones
Tanto Fonseca como Simbaña coinciden en que el remedio para todos los problemas es la ampliación. “Hace un par de años ya estaban aprobados los estudios técnicos, pero se terminó la concesión y ahí quedó”, indica Simbaña.
La funcionaria explicó además que desde el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, entidad a cargo del mantenimiento de la vía, ya se estaban coordinando los detalles para la intervención.
“Nosotros ya estábamos trabajando incluso en las expropiaciones”, agrega.
EXTRA consultó a Obras Públicas sobre la ampliación y mantenimiento de la E35, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.