Una cuadrilla de la Empresa Metropolitana de Aseo limpió la sangre de los cinco jóvenes atacados a tiros en la calle José María Alemán, más conocida como La J, en Solanda, sur de Quito. Los vecinos seguían asomándose en las ventanas. Las puertas de los negocios entreabiertas “por si acaso”. 

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Estaban atemorizados luego del triple asesinato ocurrido la noche del domingo 18 de agosto. Dos de ellos murieron en el sitio, el tercero falleció en el hospital Eugenio Espejo. Dos más están heridos. Paola Suárez, jefe del Distrito de Policía Eloy Alfaro, informó que las víctimas tienen entre 20 y 23 años y todos son ecuatorianos.

A pesar de que ya se han registrado muertes violentas en el barrio, esta es la primera vez que matan a varias personas al mismo tiempo. “No respetan nada. Cada vez está más inseguro el sector 2 de Solanda”, reclamó Mónica Hurtado, vecina del sector.

Antonieta Saray, quien escuchó más de 10 balazos esa noche, relató que un día antes hubo un levantamiento de vecinos contra personas que estaban cobrando las extorsiones. “Salieron con palos porque no quieren seguir siendo ‘vacunados’”, comentó. Una posibilidad es que haya sido una represalia, aunque las víctimas no eran de la zona. Todo puede ser posible.

Además, la calle J está llena de comercio informal. Los vecinos contaron que, sobre todo en las tardes, no pueden ni entrar a sus casas porque las aceras están ocupadas con ventas. “Se ponen más bravos cuando uno les pide pasar”, agregó Antonieta. Con el aumento de ventas callejeras, según los moradores, también ha aumentado la violencia y los delitos.

Suárez agregó que todavía se están explotando las imágenes de cámaras de seguridad, pues los uniformados no han tenido colaboración de testigos del crimen, por lo que no se tienen mayores detalles de las circunstancias.

Willians Basantes, presidente de la Federación de Barrios de Quito, comentó a EXTRA que la escalada de violencia es preocupante. “No hemos tenido este tipo de delitos. La delincuencia ha tomado fuerza”.

Cree necesaria la unión de los barrios para contrarrestar la inseguridad y sobre todo para exigir al Municipio y al Gobierno Nacional acciones concretas. “Queremos conocer el Plan Fénix y queremos cuentas del Municipio porque los quiteños pagamos una tasa de seguridad”, reclamó.

El siguiente lunes está prevista una asamblea de barrios para tratar el tema. Según Basantes, se prevé que allí se organice una gran marcha en Quito para exigir acciones de las autoridades. “No es posible que se gasten tres millones de dólares en publicidad cuando a una parroquia le dan 657.000 dólares de presupuesto”, finalizó.

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