Romina Burbano se graduó de bachiller y creyó que todo era cuestión de prepararse para el examen. Hizo el proceso para acceder a las carreras de Medicina, Imagenología o Atención Prehospitalaria en la Universidad Central, y Nutrición en la ESPE. No hubo cupos.

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Con 18 años, Romina espera tener mejor suerte. De no conseguir un cupo en la universidad pública, buscará un trabajo, para ahorrar e intentar ingresar a una privada.“Mi mamá no tiene trabajo fijo, es agente inmobiliaria. Y mi papá es parte del equipo de marketing de una empresa, pero con casi todo su sueldo se pagan deudas”, cuenta. Ellos no podrían costearle la carrera de Medicina en un centro privado. “Son 900 dólares mensuales, más comida y transporte”, señala.

El expresidente Guillermo Lasso, en su carrera por llegar a Carondelet, prometió no solo eliminar el examen para acceder a la universidad, sino cerrar la Secretaría de Educación Superior (Senescyt), que “mata los sueños de los jóvenes”, decía él. 

Ya en el poder, Lasso se dio cuenta de que no podía ir en contra de la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES) y la Constitución, así que mantuvo la Senescyt. En cuanto al examen de acceso, lo que hizo fue quitarle la responsabilidad sobre el sistema de admisión a la Secretaría y transferirlo a cada universidad.

¿Qué hizo la administración actual por la educación superior?

En cambio, en el 2023, en la campaña que lo llevó a la Presidencia, Daniel Noboa sostuvo que una hora de vuelo en el avión presidencial equivale a la carrera universitaria completa de un joven ecuatoriano. Por lo que, como salida a la falta de plazas de estudio, su movimiento y el correísmo se han atribuido ‘el logro’ de impulsar la creación de la Universidad de Santo Domingo de los Tsáchilas.

Sin acceso

Hasta el momento en Ecuador, más de 200.000 jóvenes no han logrado obtener un cupo universitario, según Harvey Sánchez, quien dirigió el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineval) y actualmente es consejero de alto nivel del Laboratorio de Evaluación de la Unesco. 

Él añade que 9 de cada 10 jóvenes quieren seguir una carrera universitaria, pero que hace falta ampliar, modernizar y dinamizar la oferta. También establecer un consejo nacional de universidades, para unificar y coordinar la asignación de los cupos y eliminar las barreras de acceso mediante un sistema eficiente, justo y transparente.

En esa línea, Arturo Rojas, rector de la Universidad Estatal de Bolívar y presidente de la Asamblea del Sistema de Educación Superior Ecuatoriano (Asesec), señala que avanzan en una salida: en 2025 el reto es definir la vocación productiva de cada región, para que se abran nuevas carreras con más pertinencia que las tradicionales, que tienen sobredemanda. 

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